Al maestro

Señor Director:

El presidente Bautista Saavedra dictó el decreto supremo que declara el 6 de junio como Día del maestro, como homenaje a su delicada labor en beneficio de la educación boliviana.

La fecha ha sido elegida en mérito a dos acontecimientos trascendentales: el 6 de junio de 1909 se fundó en Sucre la Escuela Nacional de Maestros, y se celebra el natalicio del Dr, Modesto Omiste, propulsor de la educación boliviana.

Jesucristo es el maestro de los maestros, llamado “pedagogo de la humanidad”. Es fecunda la labor de la Iglesia en la educación, ya que se caracteriza por ser forjadora de individuos, escuelas, pueblos, naciones. La Iglesia ha sido constituida para enseñar a todos los hombres la fe divina y buenas costumbres. La Iglesia es la que alimenta y educa las almas en la gracia, sin ella el hombre nunca estará del todo educado.

La Patria más que nunca necesita maestros de corazón, que del dolor hayan sabido arrancar flores de bondad y de bien; maestros capacitados y probos, que ofrezcan el oro de su alma y el pan de su saber, educando bolivianos; maestros que sepan morir por ideales y eternizarse con sus obras; maestros que sean los verdaderos artífices del futuro de la nación.

“Los maestros educadores surgirán si el Estado y el pueblo saben darles respeto, comprensión, consideración y no les regatean el mendrugo de pan y su buen y justo salario al que tienen derecho”. Es necesaria la dignificación moral y material del maestro para tener una escuela mejor, pues en la Patria se toma nuevo impulso hacia un gran destino.

David Espejo O.F.S.