Los ambientalistas afirman que el “Vivir Bien” debe dejar de ser discurso

El pasado martes 5 de junio se celebró el Día Internacional del Medio Ambiente a dos semanas de la cumbre de Rio + 20, que se realizará del 20 al 22 de junio de 2012 en Río de Janeiro, Brasil. En Bolivia, lejos de ser ajenos a estas iniciativas, los movimientos sociales civiles y Ong´s se preparan para participar de la importante cumbre y proponen que el Vivir Bien deje de ser un discurso para ámbitos internacionales y comience a practicarse a partir de políticas concretas.

La coordinadora de la Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático, Teresa Hosse, señala que existen diversos grupos bolivianos que se están organizando para participar en Rio + 20. “Desde las plataformas hemos construido un posicionamiento donde está la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), los regantes, ONGs involucradas, entre otros”, apunta.

En este sentido, Hosse señala “lo que vamos a ir a hacer allá es que desde los pueblos indígenas, desde la sociedad boliviana, afirmaremos que queremos un modelo diferente de desarrollo. Un modelo de armonía con la naturaleza, esto del vivir bien, que es con otra lógica que no es la lógica de la ganancia sino la de la complementariedad, la reciprocidad y una visión más sostenible de los recursos humanos en función a los derechos de la madre tierra”.

Sin embargo, la postura desde esta plataforma no es, como podría pensarse “la economía verde”, pues la misma significa, para estos movimientos, un paso más dentro del sistema capitalista para salvar a este sistema de la crisis en función de la naturaleza y los recursos no renovables. Asimismo, se señala que las acciones del Gobierno en este sentido han sido limitadas pues se ha atendido al discurso internacional más que a políticas concretas.

Por su parte, la Responsable de Unidad de Acción Política del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), Coraly Salazar explica que desde Cipca no están de acuerdo con la economía verde porque sigue estando basada en el modelo extractivista y de explotación de los recursos naturales, donde los países desarrollados pretenden continuar con la contaminación y el calentamiento global y no se comprometen a realizar acciones efectivas de disminución de los mismos.

“En Cipca estamos de acuerdo con un modelo de economía que respete la vida y el cuidado de los recursos naturales, no con la mercantilización de la Madre Tierra y las funciones de la naturaleza, que equipare lo ambiental con el desarrollo. Ratificamos nuestra convicción de la urgente necesidad de una transición, a un modelo económico global para el Vivir Bien en armonía con la Madre Tierra y que logre la inclusión social, política económica y cultural de los pueblos”, acota.

Cuando se hace referencia a las acciones concretas que deberían tomarse para cumplir con estos objetivos, Salazar explica que “es primordial reforzar la estructura institucional existente mediante el desarrollo de acuerdos vinculantes entre los Estados que cuenten con políticas integrales, que involucren los ejes económico, social y ambiental”. Es decir que es necesario el reconocimiento, valoración y tratamiento de otras formas de economía más solidarias, comunitarias y sustentables en el debate de Rio+20.

En consenso con Hosse; Salazar explica que para cumplir con estos objetivos el Gobierno debe defender en las negociaciones de Rio +20 los derechos de la Madre Tierra y los Pueblos Indígenas además de cumplir con la realización de los postulados del Vivir Bien, “no sólo como un discurso sino con políticas reales para una transición paulatina que supere al capitalismo en todas sus formas. Además de propiciar espacios de diálogo con toda la sociedad civil, tanto del área rural como urbana”.

Finalmente, y para brindar un punto de vista meramente económico, EL DIARIO se comunicó con el analista Julio Alvarado, quien señala que “es importante tomar medidas para evitar que se siga contaminando el planeta. Sin embargo, afirma que es también preponderante que las ideologías políticas no intervengan en este proceso. Asimismo apunta que las propuestas ambientalistas deben tener sedimento en la realidad para ser practicadas. “Todos sabemos que existe contaminación por conducir automóviles, pero no es viable dejar de utilizar este medio de transporte. Hay que ser realistas.”, concluye.