Productores piden al Gobierno mejor coordinación en políticas alimentarias

La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), exige a los distintos niveles de Gobierno mayor coordinación en las políticas del Estado para fortalecer la seguridad alimentaria.

El presidente Evo Morales planteó ayer en Yacuiba trabajar para que la economía boliviana dependa de la producción alimentaria y no tanto de los hidrocarburos como ocurre en la actualidad.

“Me parece ideal e importante lo que dijo el Presidente, pero para eso los ministerios y coordinadores tendrían que tener la misma visión para dar solución a los problemas”, afirmó el presidente de Anapo, Demetrio Pérez.

Explicó que en cuatro años, recién la primera agenda presentada por el sector agropecuario se encuentra siendo revisada y existen urgentes temas a resolver como la seguridad jurídica, liberación de las exportaciones, financiamiento, tecnología y biotecnología, entre otros.

“Creemos que no sólo es responsabilidad del Presidente, es de todo el Gobierno en conjunto, de los ministerios. Cada uno tiene su responsabilidad, pero si las soluciones se hubieran tratado de manera oportuna en cada una de las temáticas que demandaba el sector, podríamos tener una situación diferente a la de hoy”, expresó.

Acotó que cuando los temas cruciales se dilatan no se puede hacer una buena planificación y se van postergando los proyectos que tiene el Presidente.

Entre los cambios más urgentes, Pérez señala la ampliación de la frontera agrícola, un nivel mayor de exportaciones y la simplificación del sistema de permisos para la exportación de productos.

LIBERACIÓN DE EXPORTACIONES

“Sólo tenemos, después de dos años de gestión, el tema de liberación del Girasol de manera temporal. Esta política no se dio todavía en el tema de la soya que se ha estado demandando también”, indicó Pérez.

Debido a la falta de definición del Gobierno, explicó que actualmente existe sobreproducción, la misma que derivó en el colapso de la capacidad del acopio, Pérez explica que no habría razón para las regularizaciones del producto, toda vez que ya está garantizado para el abastecimiento del consumo interno.

BUENAS INTENCIONES

El presidente Morales planteó ayer trabajar para que la economía boliviana dependa de la producción alimentaria y no tanto de los hidrocarburos como ocurre en la actualidad.

“Que bueno sería con la producción agropecuaria mejorar la economía y no sólo Bolivia dependa del gas, dependa de los hidrocarburos, sino de la producción alimentaria”, dijo en oportunidad de entregar tractores a los campesinos del municipio de Yacuiba, en Tarija.

Morales destacó que el Gobierno trabaja en la dotación de maquinaria a los productores, así como en facilitar su acceso a créditos, al igual que la ejecución del programa Mi Agua orientado a dotar de sistemas de riego y agua potable a los diferentes municipios de Bolivia.

POLÍTICAS INMEDIATAS NECESARIAS

Según el Coloquio Económico sobre seguridad alimentaria publicado por la Fundación Milenio, es imperativo eliminar las restricciones comerciales, de precios y de exportación a los productos alimenticios que frenan el desarrollo a mediano y largo plazo de la producción e implican un castigo a los productores.

Recomienda incentivar la inversión privada agropecuaria orientada a la producción de alimentos mediante la facilitación del acceso a financiamiento adecuado, tanto en crédito como en otras modalidades.

Según el estudio, el Gobierno debe orientar la inversión pública hacia el desarrollo de la infraestructura productiva, principalmente en riego, para lo cual es imperioso contar con las iniciativas de los gremios y asociaciones de productores que conocen las necesidades y posibilidades existentes.

Asimismo, es necesario eliminar las restricciones que tienen los gobiernos municipales y departamentales para financiar sistemas de riego mayor.

También se recomienda moderar o reducir la sobrevaloración de la moneda nacional con objeto de evitar la pérdida de competitividad de la producción nacional y subsidiar directamente el consumo de alimentos de los sectores más vulnerables, previa identificación y focalización, y evitar el subsidio generalizado al consumo.