Cochabamba marcó pauta para los próximos eventos

Cochabamba, ciudad paraíso de Bolivia. El paisaje lleno de flores, el aroma de exquisita comida tradicional y las bellas mujeres vallunas dieron la bienvenida a las delegaciones diplomáticas y las organizaciones sociales que participaron de la 42 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Después de 33 años, Bolivia fue sede de un evento de esta envergadura, donde tres temas fueron relevantes, aunque a decir de los analistas, se perdió una oportunidad para avanzar en la demanda marítima, situación totalmente contraria a la vivida en 1979.

El acceso a Tiquipaya, municipio donde se desarrolló la cumbre y una serie de actividades anexas, estuvo custodiado por un imponente despliegue policial. “No se puede pasar, hasta para ir a mi casa me piden carnet”, decía una vecina que caminaba hacia su hogar, cercano al hotel Regina, epicentro de la Asamblea.

Ese fue el matiz de vivencia durante los tres días de la cita internacional, y es que la vida de los pobladores cambió por unos momentos, sin darse cuenta tal vez que cada vecino era parte de una página importante en la historia de los eventos nacionales, con cierto éxito en la organización. A ello se debe que las autoridades regionales hayan sugerido que Cochabamba sea sede nacional para cada evento de estas características.

“Le pediríamos señor Presidente que cuando usted tenga un evento siga pensando en Cochabamba. Nosotros vamos a cumplir, el pueblo lo ha demostrado, y realmente ha sido un éxito esta Asamblea”, manifestaba el alcalde de la capital, Edwin Castellanos.

Hubo limitaciones como toda empresa de este tipo, la tecnología falló en algunos momentos y el flujo informativo fue totalmente restringido por los encargados del Ministerio de Comunicación y Cancillería que estaban prestos a anunciar conferencias de las autoridades del Estado Plurinacional, pero no facilitaban ningún contacto con los representantes extranjeros.

La presencia de dos presidentes en la Asamblea de la OEA no pasó desapercibida y las críticas apuntaron al discurso político, casi de proselitismo que tanto Evo Morales de Bolivia como Rafael Correa de Ecuador se dieron a la tarea de enarbolar. No era el escenario, porque el encuentro de cancilleres debía ser eso, una reunión de diplomacia y no de figuras presidenciales.

A la clausura, las delegaciones y los periodistas se vieron extenuados, tanto así que no hubo preguntas tras la conferencia de prensa del canciller David Choquehuanca y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza; sin embargo, no faltó ánimo para compartir unos momentos con un tradicional plato de pique macho a medianoche. Como siempre, Cochabamba hizo gala de su cultura gastronómica y dejó en los visitantes un deseo de retornar a una ciudad que se lució durante tres días de historia.

DATOS

• Cochabamba es el departamento corazón de Bolivia, caracterizado por su clima agradable y la cultura de la buena comida.

• Tiquipaya es un municipio ubicado al noreste de la capital, que vio transformada su rutina durante tres jornadas.

• Las autoridades regionales han sugerido que el Valle sea la sede boliviana para desarrollar este tipo de eventos.