Denuncian que el contrabando y faenados clandestinos son los mayores perjuicios

El ejecutivo de la Federación Única de Trabajadores en Carne (Futecra), Bernardo Huanca, señaló que los mataderos clandestinos y el contrabando de ganado son los mayores perjuicios para el desarrollo de su sector.

Con respecto a los mataderos, Huanca sostuvo que si bien no se cuenta con un dato exacto del número de estos lugares, señaló que es un perjuicio porque en los mercados se comercializa de manera inescrupulosa la carne que proviene del Matadero Municipal entremezclada con la que es faenada en mataderos clandestinos.

“Sabemos que existen mataderos clandestinos que son de difícil ubicación, puesto que están en lugares alejados o simplemente están en provincias y esa carne que es faenada, no sabemos en qué condiciones pretenden comercializarla. Cuando llevan este producto a los mercados, algunas personas lo mezclan con nuestros insumos y ahora estamos en la tarea de identificarlos para que así corran las sanciones que corresponden. Al momento sólo hemos identificado un matadero que está en Samo”, especificó.

Sin embargo, las autoridades locales manejan datos de que en El Alto, existen al menos siete mataderos clandestinos desde donde se distribuye carne vacuna y de otras especies a los mercados alteños y paceños, según declaraciones realizadas el pasado año por la secretaria de conflictos de la Confederación Sindical de Carniceros de Bolivia, Margarita Choque.

“Como nosotros comerciamos con la carne sabemos de donde provienen los cortes que llegan y lamentablemente nuestros afiliados nos han reportado que existirían al menos siete de estas infraestructuras en El Alto”, indicaba la dirigente.

Choque afirmó que esta carne es de dudosa procedencia porque no hay un control sobre el proceso bajo el cual las reses son carneadas, pues generalmente en estos lugares se opera en condiciones totalmente insalubres.

Cabe señalar que en pasadas gestiones la Intendencia Municipal de El Alto clausuró degolladeros clandestinos, donde se sacrificaban burros para comercializarlos haciéndolos pasar como si fueran de res.

Entretanto, otro de los problemas por los que atraviesan los trabajadores en carne es el contrabando de reses que salen particularmente al vecino país de Perú, ya que en el mismo esta carne es bastante cotizada y muy bien remunerada.

“Las mejores reses se lo llevan los peruanos y los productores prefieren venderlos a ellos porque la paga es más, pese a esto nosotros garantizamos la carne de buena calidad al mercado alteño y paceño”, aseveró Huanca.