Ante versiones de analistas y medios de comunicación que calificaron de débil y poco sustentable la posición boliviana, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde, sostuvo que la 42 Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), desarrollada la semana pasada, en Tiquipaya, fue positiva para el país y no fue un fracaso.
Asimismo, puntualizó que el éxito o fracaso de una negociación no debe medirse por el hecho de que el tema sea tratado bilateralmente o multilateralmente, sino porque la demanada marítima debe estar en una agenda permanente de la OEA, que debe velar por el cumplimiento de la sugerencia de los países componentes.