La Resolución de OEA de 1979 no brinda apoyo para demanda ante Corte de La Haya

Bolivia fue sede de la XLII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), para cuyo evento el Ministerio de Relaciones Exteriores y DIREMAR determinaron no presentar un Proyecto de Resolución en el tema marítimo, puesto que consideraron que la Resolución Nº 426 OEA de 1979 es suficiente para la demanda marítima boliviana y que no se puede alcanzar otra determinación de mayor respaldo.

La Resolución OEA 426 de 31 de octubre de 1979 establece lo siguiente:

1.- Recomendar a los Estados, a los que este problema concierne directamente, que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el océano Pacífico. Tales negociaciones deberán tener en cuenta los derechos e intereses de las Partes involucradas de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrado y, asimismo, tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales.

2.- Continuar la consideración del tema “Informe sobre el problema marítimo de Bolivia” en el próximo periodo de sesiones de Asamblea General.

Han transcurrido 33 años desde 1979 y se sigue considerando un triunfo diplomático la consecución de la mencionada determinación de OEA, empero preguntémonos de manera práctica: ¿la Resolución OEA de 1979 nos ha devuelto la cualidad de país con acceso soberano al océano Pacífico? La respuesta es que esta Resolución fue un triunfo diplomático en su momento, respondía a las condiciones históricas del Centenario del asalto al puerto boliviano de Antofagasta.

Empero una vez que Bolivia ha tomado conocimiento de que se puede acudir ante la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, como efecto de las investigaciones efectuadas por quien escribe, se ha conocido el anuncio del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, de 23 de marzo de 2011, en sentido de que, sin dejar de llevar adelante las negociaciones con Chile, se puede también acudir interponiendo una demanda ante tribunales internacionales.

Como observamos, la Resolución de 1979 recomienda iniciar NEGOCIACIONES, escenario que es rehuido por los gobernantes chilenos, por no ser de su interés negociar mar con soberanía para Bolivia. En consecuencia el anuncio del presidente Morales de acudir ante tribunales internacionales ofrece un mecanismo pacífico de solución al diferendo muy disímil al de la negociación que recomienda la Resolución de 1979, puesto que el anuncio presidencial de 2011 refiere a la interposición de una verdadera demanda.

Ello nos demuestra que la determinación de OEA no constituye suficiente respaldo para una demanda ante tribunales internacionales y que se centra únicamente en la negociación que, como hemos visto, es infructuosa para nuestra Patria. Por ello es evidente que las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y DIREMAR desaprovecharon la oportunidad de haber, por lo menos, tramitado y en su caso logrado un respaldo internacional a través de una Resolución de OEA para una demanda boliviana ante La Haya. Esto se debe a la determinación de estas entidades y sus funcionarios que más bien rechazan toda iniciativa que presenta el ciudadano que escribe la presente nota.

V.H. Chávez es autor del Proyecto de Demanda Marítima Boliviana.