Su verdadera cara

Seis minutos bastaron a la República Checa para encarrilar el partido correspondiente a la segunda ronda de la Eurocopa, frente a Grecia, disputado ayer en el Estadio Municipal de Breslavia.

Pilar y Jiracek pusieron por delante a los checos poco después del silbato inicial, algo inimaginable por lo que sucedió ante Rusia, y que certificó que los centroeuropeos sigan con vida y optarán al pase a cuartos de final.

Con una defensa al hombre y no en zona, y gracias a que Sivok volvió a cobrar protagonismo en el centro de la zaga, y contar con un sólido socio en el lateral izquierdo David Limbersky, del Viktoria Plzen, el equipo bordó un buen juego en la primera parte.

Los griegos sólo se acercaron al área de Petr Cech en el minuto 8, y casi todas las ocasiones que gozaron en ataque estuvieron precedidas por fuera de juego, sobre todo a cargo de Salpiagidis.

También fue anulado por posición no reglamentaria el gol griego marcado en el minuto 40, que podía haber reducido distancias, pero que se quedó en toque de atención para los checos.

El constructor del juego checo, Tomas Rosicky (Arsenal), no estuvo en la segunda mitad por una complicación física, y lo hizo en su lugar Daniel Kolar, otro jugador del ViktoriaPlzen.

En la reanudación, en el minuto 53, los griegos lograron acortar distancias, gracias a un torpe error de Petr Cech que no se entendió con Sivok, lo que aprovechó Gekas.

Tras el tanto, el combinado preparado por Fernando Santos logró meter miedo en la escuadra eslava, que le costó salir con la pelota controlada.

Aprovecharon los griegos para estirarse y gozaron de algunas ocasiones, sobre todo en los balones aéreos, donde Samaras demostró su peligrosidad.

Aún así los de Bilek lograron mantener la distancia en el marcador y aseguraron sus primeros tres puntos del torneo.