El mayor telescopio óptico-infrarrojo del mundo tendrá 39,3 metros de diámetro, estará instalado en Chile y empezará a operar a principios de la próxima década. Se llama E-ELT (siglas en inglés de Telescopio Europeo Extremadamente Grande).
El Consejo de representantes de los países miembros del Observatorio Europeo Austral (ESO), con la confirmación de voto de cuatro países aún pendiente, ha dado luz verde al proyecto, que viene fraguándose desde hace años y para el que ya se había aprobado su localización, en el nuevo observatorio de Cerro Armazones, y el diseño técnico. “El E-ELT mantendrá al ESO en posición de liderazgo durante décadas y conducirá hacia una cosecha extraordinaria de ciencia interesante”, ha declarado el astrónomo español Xavier Barcons, presidente del consejo del ESO. España ingresó en 2005 en esta organización científica europea que celebra este año su 50 aniversario y a la que pertenecen 14 países, más Brasil, publicó EL PAÍS.
Los grandes contratos industriales para empezar la construcción del telescopio y del observatorio en que se alojará no arrancarán hasta que los compromisos adquiridos por los países miembros para su financiación no superen el 90% del costo total del E-ELT, 1.083 millones de euros, informa el ESO en un comunicado. Según el calendario del proyecto, esos grandes contratos deberían arrancar el año que viene, pero ya han comenzado algunas de las obras civiles necesarias en Cerro Armazones, incluida la nivelación de la cumbre para instalar el telescopio.
España intentó que el ESO optara por Canarias (el observatorio de El Roque de los Muchachos, en La Palma) para instalara el E-ELT y presentó su oferta correspondiente. Pero el organismo europeo optó por Chile tras analizar los estudios técnicos y las características de una y otra opción. En la decisión tuvo un peso determinante también el hecho de que todas las instalaciones científicas del ESO (su sede central está en Alemania).