Embajador de la Quinua

Fue mi amigo el yatiri Huairuru quien me anotició del viaje a Europa de nuestro presidente Evo, a quien el brujo andino acompañaría como uno de sus asesores en un periplo que los llevaría a Roma y a “La Haiga”, que es la sede del afamado tribunal internacional. Su anuncio fue breve, pues me dijo que el avión presidencial se hallaba a punto de partir hacia Roma y Holanda y que también viajarían otros asesores y yatiris.

Cuando llegó a casa mi comadre cochabambina y quise sorprenderla con la noticia, ella me dijo que en materia periodística yo no podría competir con ella y que yo era un piojo tuerto a su lado, pues sus amigas del Mercado Rodríguez a las que presta dinero le contaban todo lo que sucedía en el Palacio de Gobierno y en la Cancillería.

De esa manera se había enterado de que nuestro amado Evo había sido llamado por algunos líderes europeos que precisaban de su consejo para superar la crisis europea, queriendo muchos conocer personalmente al Ministro de Economía, Luis Arce Catacora, autor del “milagro boliviano”.

Para tal efecto, la FAO, organismo internacional encargado de los problemas mundiales relativos a la Alimentación y la Agricultura, designó a nuestro polifacético Evo Morales, “Embajador de la Quinua”.

La noticia conseguida por mi pariente espiritual me llenó de gozo y patriotismo por ser un antiguo consumidor de ese nutritivo cereal desde mi tierna infancia en forma de “peske”, quinua mezclada con leche que me convirtió en un hombre fuerte y capaz de resistir varias crisis económicas y la actual, que es la más triste de todas.

Festejamos la noticia acerca del “Embajador de la Quinua”, aunque me extrañó una declaración de Evo en la que afirmaba que en los gobiernos anteriores al suyo la quinua era desconocida y despreciada, lo cual no es verdad porque siempre formó parte de nuestra alimentación.

Feliz con el “Embajador de la Quinua”, la cochabambina me pidió que no envidiara la suerte del presidente Evo, y al notar mis miradas lánguidas y cariñosas hacia ella, me dijo: “yo te designo ahora “Embajador del Camote”, designación que agradecí aunque la consideré inmerecida.

Ya en el terreno de la hualaychería, la comadre nacida en Quillacollo me dijo que ella designaría “Embajador de la Yuca” al Ministro de Economía, pues Arce Catacora trata de meter la yuca, o engatuzar a los bolivianos lanzando Bonos del Tesoro ofreciendo intereses mayores a los que ofrece la Banca Privada, olvidándose del refrán: “en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”.

Para que nadie se queje por no haber sido designado Embajador, Macacha y yo dijimos a dúo: “El Canciller David Choquehuanca es designado “Embajador de la Papalisa”.