Unicef sostiene que los menores de edad tienen derecho a la educación

La Unicef en Bolivia abogó para que se prohíba y sancione toda forma de explotación laboral para las niñas y niños que por alguna necesidad tienen que trabajar.

Para ello, planteó que los menores de edad tienen derecho a la educación y la salud y no al trabajo, además, recordó que los adolescentes trabajadores tienen derechos a todos los beneficios sociales como cualquier otro trabajador.

“Por lo que se está abogando, desde un punto de vista político, es que si bien estas modalidades de trabajo infantil existen y esos niños y niñas van a iniciarse (en el marcado laboral) por ley (…) lo que se busca es que se prohíba y se sancione toda forma de explotación laboral, que se prohíba y se sancione toda modalidad de trabajo infantil que vaya en contra de desarrollo social y humano de los niños”, declaró a Oxígeno Wolfgang Friedl, especialista en comunicación de Unicef Bolivia.

Si bien las leyes nacionales permiten el trabajo de los menores desde los 14 años, hay normas “internacionales que lo prohíben.

“Si nosotros miramos a la lupa de los convenios internacionales sobre los derechos del niño estaríamos abogando por un aplazamiento de esa edad de 14 hasta los 18, pero cada país tiene su propia legislación y así lo dicta la Constitución”, enfatizó.

Ante esta situación asegura que al adolescente trabajador “no se le puede desconocer los beneficios laborales que le corresponde” así como a cualquier otro trabajador. Explicó que en estos casos no puede haber excepciones en la cobertura de la seguridad social.

Sin embargo, aseguró que cuando se refiere a niños no se puede hablar de derecho al trabajo ya que aquello es para los adultos, sino que se debe hacer énfasis en el derecho a la educación y alimentación. “No hay derecho al trabajo, el derecho es a la educación”.

Según la Unicef, en Bolivia, el trabajo infantil especialmente en sus peores formas, es una de las problemáticas más graves de vulneración de los derechos de la infancia, niñez y adolescencia, no sólo por las condiciones en que estos niños y niñas trabajadores viven, sino por las situaciones que enfrentan como la explotación laboral, trabajo nocturno, o trabajos peligrosos para su salud y desarrollo.

En Bolivia hay unos 850.000 niños, niñas y adolescentes, de entre 5 y 17 años, que trabajan al menos una hora al día (INE 2008), de estos el 90 por ciento, aproximadamente 746.000, realizan labores peligrosas que ponen en riesgo su vida y su salud.