El ritmo goleador

La selección española impuso ayer su hegemonía sobre Irlanda (4-0), a la que doblegó al ritmo goleador de Fernando Torres, que cerró el debate del ‘9’ con dos tantos y que ejecutó una victoria irrefutable con buen fútbol.

Suplente el pasado domingo, Torres inicio de titular cuando ningún pronóstico apuntaba a su participación. Y respondió de la forma más eficaz y más rápida: con gol, la cualidad más llamativa y reconocida en cualquier ‘9’, y en la primera ocasión de la ‘Roja’. Agarró un balón perdido en el área, tiró de velocidad y ejecutó.

Al bloque irlandés, se le vino abajo todo su planteamiento. Centímetros, contundencia, intensidad, contacto y juego directo. Era la hoja de ruta del equipo verde para contrarrestar la evidente superioridad de España. Un manual fallido en cuanto recibió el primer gol, porque Irlanda no tiene para más.

España con sus largas posesiones y pases profundos en cuanto hallaba un hueco en la exigida defensa rival, examinaron los reflejos de Given una y otra vez. Primero David Silva, después Torres, que remató fuera; más tarde Andrés Iniesta, Álvaro Arbeloa o Xabi Alonso. El portero respondió con solvencia.

Ni siquiera el apretado marcador, aún sólo un gol, pareció un riesgo para la ‘Roja’, menos aún con el 2-0 de David Silva, que se encontró en el área con un infame rechace de Given. El guardameta, despejó al centro un tiro de Iniesta. Lo aprovechó Silva, que ‘hipnotizó’ a dos rivales con el balón en sus pies, de un lado para otro, y marcó por abajo con delicadeza.

Era el minuto 49 y la sentencia para el duelo, que se convirtió en goleada. La inercia del partido, con la magia con la pelota de Iniesta, dio más ocasiones y dos goles más al campeón de Europa, anotados Cesc Fábregas y Fernando Torres, el protagonista de un triunfo incontestable en el que España recuperó su fútbol.