Un violento desalojo de un predio de unas dos mil hectáreas ocupadas ilegalmente en un distrito del norte de Paraguay dejó 17 muertos, entre campesinos y policías, y 70 heridos, por el cual el presidente Fernando Lugo decidió el reemplazo del ministro del Interior y del jefe de la Policía.
Los hechos de tragedia ocurrieron durante un intento de desalojo violento a los sin tierras agrupados en la Liga Nacional de Carperos y colocaron al gobierno de Lugo en la situación más delicada desde su asunción, en agosto del 2008.
El episodio había puesto en guardia al Ejecutivo, sobre todo a partir de las versiones de que la oposición intentaría iniciar un juicio político a Lugo y de que el Congreso intentaría forzar la salida del cargo de Filizzola, cuyo reemplazo dispuso el presidente, durante una reunión del Consejo de Ministros.
Lugo decidió, además, el relevo del jefe de la Policía, Paulino Ríos. Los nombres de los dos reemplazantes se conocerán hoy, según la estatal agencia IP Paraguay.