La secretaria Ejecutiva de la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Bolivia, Daniela Quenta, exigió ayer a las autoridades de Gobierno ratificar el Convenio 189 para que el sector pueda acceder a los mismos derechos que gozan los trabajadores del país.
La dirigente explicó que el documento establece que las trabajadoras del hogar tienen el derecho de percibir sueldos por encima del salario mínimo nacional determinado por el Gobierno Central. Acotó, que actualmente en la mayoría de los casos, principalmente en los departamentos de Potosí y Oruro, hay salarios por debajo del mínimo nacional desde 200 bolivianos y sólo en algunos casos llegan a los 800.
En tanto, lamentó que en sus fuentes de trabajo todavía sean discriminadas pese a la Ley contra el racismo, pues en la mayoría de los casos los empleadores las maltratan por su origen.
“Todavía existe discriminación porque la mayoría de nosotras venimos del área rural, en este caso la compañera de pollera es discriminada en el trabajo, por su vestimenta y por su idioma”, argumentó Quenta.