El Ferrocarril de Antofagasta a Oruro

Esta línea férrea fue construida por cuenta propia y a expensas de la “Compañía Huanchaca de Bolivia”, y continuada después por “The Antogasta and Bolivia Railway Company Limited”. La extensión total de la línea es de 924 kilómetros y su construcción duró más de diez años. El costo de construcción y equipo, desde la frontera hasta Oruro – 564 kilómetros-, fue de 750.000 libras esterlinas.

En obediencia a un voto camaral, el Gobierno de Bolivia expidió el decreto supremo de 15 de noviembre de 1887, convocando a propuesta para la construcción de ferrocarriles en toda la República, y señalando el 12 de julio del siguiente año para la apertura y calificación de ellas.

Por resolución del 19 de julio de 1888 el Gobierno aceptó la propuesta de don Luis M. Sola, representante de la “Compañía Huanchaca de Bolivia”, para la construcción de un ferrocarril y telégrafo de la frontera boliviana hasta la ciudad de Oruro, pasando por el establecimiento mineralógico de Huanchaca.

El Congreso Nacional, por ley de 22 de noviembre, aceptó la propuesta, y en 27 de febrero de 1889 se aprobó el trazo general del ferrocarril, desde Ascotán hasta Oruro.

CONCLUSIÓN DE LA OBRA

Después de cuatro años consecutivos de trabajo desde Ascotán, la línea estuvo concluida en mayo de 1892.

Antes de proceder a la inauguración de la línea, el Gobierno pidió un informe al jefe del cuerpo nacional de ingenieros de la República. Este funcionario expidió su informe con fecha 1 de mayo de 1892, y en él expresó que la línea se hallaba construida con solidez y que sus estaciones tenían el tipo de elegante sencillez, siendo su material rodante y de tracción de buena fábrica. Opinó en conclusión que el ferrocarril de Uyuni a Oruro se hallaba en condiciones de poder funcionar satisfactoriamente.

INAUGURACIÓN OFICIAL

El 15 de mayo de 1892, a horas 2 de la tarde, se efectuó en acto solemne la inauguración en la ciudad de Oruro. La primera locomotora entró hasta la puerta del palacio de gobierno, donde se había construido una gran portada triunfal, En aquel sitio estuvieron congregados el presidente de la República, doctor Aniceto Arce; los ministros de Estado, los ministros de Francia y el Perú; el prefecto de Oruro, Zenón Dalence; el cónsul de Inglaterra, Juan Barnett; el comandante general del ejército, Ramón González, el ingeniero constructor del ferrocarril, José Heusler; y muchos otros funcionarios públicos y delegados, con un gran concurso del pueblo de Oruro.

El presidente Arce, al fijar un clavo de oro en el último riel, pronunció un significativo discurso.

“Esta es, señores –dijo-, la primera fruición que halaga mi espíritu, durante el largo período que llevo consagrado a las penosas labores administrativas. Está realiza mi más grande aspiración desde que aprendí a servir y amar a la Patria buscando para ella los medios efectivos de su engrandecimiento. Veo aquí, en el centro de Bolivia, el primer ferrocarril que viene a anunciarnos una gran transformación, vigorizando nuestras fuerzas sociales.

Sabéis, señores, que mi intervención en la política ha obedecido únicamente al deseo de procurar la prosperidad del país por medio de una línea férrea que facilite sus relaciones con los mercados extranjeros. Sabéis, si he buscado el poder, ha sido con ese propósito, para cuya ejecución he omitido esfuerzos y sacrificios.

Me siento satisfecho al contemplar mi obra terminada y estoy ampliamente indemnizado de las contradicciones son que la pasión, unas veces y otra la ignorancia, se propusieron sentarme el camino hacia este grandioso fin”.

El pueblo de Oruro que por su ventajosa topografía ha de alcanzar en remoto tiempo un gran desarrollo, ha sido el primero en recibir los beneficios del ferrocarril. Empero, este clavo que tengo la honra de fijar al término de la nueva línea, no será el último, porque ella se ha de prolongar a los demás departamentos, llevando la fuerza y la vida hasta los confines del territorio en el departamento del Beni.

¡Señores: que el día de hoy sea el principio de nuestra regeneración!.

Y ahora si quieren pueden matarme”.

El Diario, 15 de mayo de 1926

gonzalocrespo30@gmail.com

NR.- La mayor contribución de la minería de la plata al desarrollo de Bolivia fue la construcción del ferrocarril Antofagasta–Oruro, que al abaratar los costos de transporte al Pacífico contribuyó al desarrollo de la minería e hizo posible la explotación del estaño, que sostuvo la economía de Bolivia por más de 80 años.