¡Es muy necesario!

Lo sucedido con la Jindal era predecible, sin embargo las autoridades nacionales a la cabeza del Sr. Sergio Alandia parece que no han sabido dirigir como era debido las acciones con la empresa extranjera. Hasta que finalmente, luego de la ejecución de la segunda boleta de garantía, la Jindal dijo “basta” y ahora le están poco menos que rogando para que se quede, me parece una vergüenza.

Pero analicemos las cosas sin pasión: nuestras autoridades comenzaron a discutir y mezquinar el precio de las tierras que debían habilitar de acuerdo con contrato. Un Gerente de EMS tuvo que purgar, acusado de que quería pagar esos terrenos con sobreprecio, el señor se defendió diciendo que tenía la aprobación inclusive de la Vicepresidencia, pese a ello fue echado del cargo con un montón de cargos que, al final, quedaron en nada.

Luego vino el tema del gas, dijeron que el pedido del volumen de gas era demasiado alto y que no se podía atender esa demanda, que la Jindal no había cumplido con las inversiones comprometidas y se cobró la primera boleta, luego la segunda y es ahí donde acaba el cuento. Y bajo la presión de las autoridades de Puerto Suárez, que una vez más ven disolverse sus sueños de industrialización, comienza el ruego para que la Jindal se quede, pues no creen en las declaraciones del Ministro de Minería en sentido de que en el lapso de ocho meses una nueva empresa estaría iniciando los trabajos.

La Jindal dice que el Gobierno no cumplió con el contrato, hasta ahora faltan tierras por entregar y no hay el gas suficiente para desarrollar una siderurgia, que ellos ya tienen el diseño de las plantas completado por la empresa IDOM de España (no han mostrado nada y según los ejecutivos de la ESM tampoco quieren mostrarlo), pero que sienten que es muy difícil trabajar en Bolivia por lo que rescindirán el contrato y es una decisión irrevocable. Ahora se viene una larga espera para desarrollar el Mutún, pese a que como nunca tiene todo a favor pero no hay quien pueda echar a andar ese transatlántico.

Es un proyecto multimillonario, sin él Bolivia nunca ingresará en las ligas mayores de los países industrializados, pues la Siderurgia es la “columna vertebral” de la industria de un país, por eso se la llama “industria de industrias”. Por ello la mayoría de los países desarrollados del mundo subvencionan su siderurgia, por ejemplo el Japón no cuenta con ningún recurso natural, lo importa todo, pero su siderurgia es una de las mayores del mundo, Bolivia no necesita subvencionar tiene mineral y gas en abundancia, pero importa acero.

Parece imposible hacer entender que la siderurgia debería ser un “objetivo nacional”, más importante que cualquier otro proyecto, sería el arranque de la era industrial de Bolivia, sería el nacimiento de incontables empresas que absorben mano de obra en cantidad, y son fuente de recursos inagotables y por ello no se le debería mezquinar nada, darle todo el gas que requiera el proyecto, ¿acaso no queremos industrializar nuestro gas? Bueno, esa es la forma de hacerlo, convertirlo en la materia prima para la fabricación de acero, por ello es importante que se contrate asesores que sepan lo que dicen, es muy necesario que se haga conciencia y se aprenda lo que significa la Industria Siderúrgica.

El autor es académico

Secretario General de la ANCB.