Calificando como delincuentes, sinvergüenzas y otros adjetivos siempre en post de descalificar a los ciudadanos, sean opositores o sectores sociales que tienen reivindicaciones frente al aparato público, el vicepresidente Álvaro García Linera denota un discurso lleno de violencia verbal y rencor.
Esta aseveración corresponde al diputado de Convergencia Nacional (CN) Andrés Ortega, quien dijo que el actual régimen y especialmente el vicepresidente, asumen la política del terror, donde pensar diferente está prohibido y esta es una muestra del manejo “dictatorial” en Bolivia.
“No es posible que se siga soportando tanto ataque no solo a los opositores sino a cualquier ciudadano que piensa diferente y en ese sentido se quiere generar miedo en la sociedad. Está de buen tamaño que las autoridades hagan uso de estos términos”, dijo.
Asimismo, Ortega cuestionó al segundo mandatario por haber citado a Mao Tse-Tung en su discurso, durante la promulgación de la ley de nacionalización de la mina Colquiri.
“Para empezar, el presidente en ejercicio demostró que no conoce de historia, al atribuirle a Mao el desarrollo de China, que en realidad se debe a la apertura económica de Deng Xiaoping, pero lo más preocupante es oírle hablar sobre el tratamiento de las contradicciones que recomendaba Mao, que incluía la eliminación y la reeducación ideológica forzosa de opositores”, advirtió el diputado citando la muerte de 22 millones de ciudadanos chinos durante el régimen del líder comunista.
El segundo mandatario leyó un texto de Mao Tse- Tung, titulado “El tratamiento Correcto de las Contradicciones en el Seno del Pueblo” donde añadió la visión estatista del régimen del MAS.
“El Estado Boliviano tiene que controlar la columna vertebral del sistema económico, tiene que dejar abierto el trabajo, áreas de producción para otros sectores sociales como el empresarial, el sector asociado, micro empresarial, sector artesanal, sector agrario, sector campesino, cooperativista, el Estado tiene que dejar que otros sectores crezcan se desarrollen y usufructúen los recursos del país y del Estado”, declaró.
El vicepresidente se caracteriza por ser un ideólogo del denominado proceso de cambio y cuya corriente ideológica es el marxismo. En cada intervención pública García Linera destaca esta ideología, pero no puede evitar tratar con adjetivos denigrantes cuando hace referencia a los opositores e incluso al responder a la prensa.
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