La cumbre de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20, comenzó ayer en Río de Janeiro con un amplio consenso por la urgencia de preservación del planeta, pero con desgarradoras diferencias en los medios que cada país propone para lograrlo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó en el discurso de apertura que el mundo “no puede permitirse el lujo de perder más tiempo” y pidió a los países que “superen los intereses particulares” y piensen en las generaciones futuras.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, celebró que se haya renovado el principio de “responsabilidades comunes, pero diferenciadas”.