Madrid.- Ecuador, Bolivia y Perú festejaron ayer en Madrid, por primera vez, la Fiesta del Sol, Año Nuevo indígena que comienza el 21 de junio en coincidencia con el ciclo agrícola de la siembra, del que esperan “prosperidad y energías que ayuden a mejorar la situación” en los actuales tiempos de crisis, informó Efe.
Los embajadores de Ecuador, Aminta Buenaño; Bolivia, María del Carmen Almendras, y Perú, Francisco Eguiguren, presentaron ayer en rueda de prensa en la sede de la Secretaría General Iberoamericana esta celebración de los pueblos del hemisferio sur, que en quechua se llama “Inti Raymi” (Fiesta del Sol) y en aymara “Willkakuti” (Retorno del Sol).
Los aymaras de Bolivia celebraron ayer la llegada del Año Nuevo 5.520 de la cultura andina, que resulta de la creencia de que la civilización prehispánica tiwanacota tuvo una antigüedad de 5.000 años exactos, a los que se suma los 520 años que se cuentan desde 1492, cuando los españoles llegaron a este continente.
Esta antigua ceremonia religiosa, en honor al padre Sol y también a la madre Tierra, se realizaba cada solsticio de invierno y forma parte de un “culto ancestral, una tradición milenaria profundamente espiritual que no tiene nada de folklórica”, sostuvo Buenaño.
Por el contrario, continuó, forma parte de una filosofía “completamente opuesta al mundo occidental” que se basa en el renacer continuo y en una vida cíclica vinculada a la fuerza de la naturaleza.