La Junta Militar egipcia se ha atrincherado en su posición al asegurar que no piensa cancelar el decreto constitucional emitido hace cinco días y que consolida su poder, porque creen que es “necesario” en este momento. Islamistas y revolucionarios lo han consideran un “golpe de Estado blando” y se han concentrado en protesta en la céntrica plaza de Tahrir, epicentro de la revolución, publica EL PAÍS.
En un comunicado difundido por la televisión estatal, los militares han criticado además a los dos candidatos que cantan victoria electoral antes de que la comisión electoral se haya pronunciado sobre los resultados definitivos de las presidenciales celebradas el pasado fin de semana. El Ejército ha afirmado además que los ciudadanos tienen libertad para manifestarse, siempre y cuando no afecte a la vida diaria del país.
La marea islamista ha tomado ayer Tahrir más temprano que en días anteriores. Es viernes, día de oración y de protestas, como manda la tradición revolucionaria de los últimos meses.