Calles paceñas son un cúmulo de mitos, historia y tradiciones

“Mi abuela lo vivió… cuando estaba viva y nos relató a mis hermanos y a mí, cuando éramos niños, que una noche retornaba a su casa pasada la medianoche. La calle Jaén estaba desierta como muy pocas veces los viernes. Percibió que alguien caminaba detrás de ella y sintió el escalofrío más fuerte que jamás había sentido antes…”.

“Estaba segura que era Pedro Domingo Murillo, o su espíritu… no sé. Lo cierto es que no atinó siquiera a volcarse para verlo y al llegar de un extremo a otro de la calle, escuchó el relinchar de los caballos y el murmullo de la gente como en una manifestación. Es que su alma cuida a la ciudad y en especial a la calle Jaén donde vivía…”, relató Doña Onoria, una de las vecinas del sector, quien rememoró una vivencia de su abuela.

Como esta historia, se tejen miles y todas están relacionadas con las calles del Casco Viejo Paceño.

Una de las principales características que tiene la topografía de la ciudad de La Paz, es la belleza que se expresan en sus calles y plazas donde la historia se guarda entre su asfalto y monumentos.

El sector colonial de la ciudad reserva un universo de calles y plazas que constituyen parte viva de la historia nacional. Pero ese carácter de patrimonio histórico no ha congelado la vida citadina, que continúa su marcha incesante.

Según el documento La Paz Revolucionaria que realizó la Oficialía Mayor de Culturas, a través de la dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, se destacan las calles Ingavi, Colón, Sagarnaga, Sucre, Indaburo, Jaén, Illampu, Comercio entre otras son las que atesoran la historia urbana.

La plaza Murillo, está enmarcada por construcciones de la época Colonial y Republicana. Se hallan el Palacio de Gobierno (Palacio Quemado), el Palacio Legislativo y la Catedral de Nuestra Señora de La Paz.

La Calle Jaén, (a pocas cuadras de la Plaza Murillo) es una de las vías coloniales mejor conservadas de la ciudad. En esta antigua vía de mercado con reminiscencias andaluzas, se encuentra el Museo de Metales Preciosos, que conserva una colección de adornos precolombinos en oro y plata, así como cerámicas incaicas y preincaicas.

El Mercado de las Brujas, es un conglomerado de pequeños espacios donde se pueden adquirir a buen precio artículos de cerámica, cuero, piezas de alpacas, alhajas de plata y peltre, amuletos, hierbas medicinales, instrumentos musicales hechos a mano y objetos religiosos. La hospitalidad peceña distingue para la alegría del visitante a los habitantes de esta ciudad.

Empero, otro de los sectores con mayor tradición es la plaza Alonso de Mendoza, antiguamente llamado Churupampa, palabra aymara que en castellano quiere decir “campo de Caracoles”, porque antiguamente abundaban los caracoles en medio de una variedad de yerbas. Cuando los españoles ingresaron por primera vez a Chuquiago Marka (lo que hoy es La Paz), Churupampa fue el único sitio amplio y llano que encontraron.

DATOS

• En marzo de 2006, mediante excavaciones cerca del templo de San Sebastián, la Unidad Nacional de Arqueología (Unar), constató la presencia de culturas precolombinas en el lugar y asentamientos hispánicos tempranos.

• En las excavaciones se encontraron restos de cerámica de los que, el 25% tiene carácter prehispánico y corresponde a 5 tipos de pastas precolombinas diferentes.

• Entre lo encontrado se hallan restos de jarras, tinajas de cerámica y de las que se pudo identificar con claridad, sólo las que corresponden a los incas.

(Fuente: Publicación Churubamba del GAMLP