La nueva administración de Paraguay, surgida tras la destitución del presidente Fernando Lugo, recibió este fin de semana una firme condena de los gobiernos de la región, con el retiro de seis embajadores, el corte del suministro de petróleo por parte de Venezuela y la decisión del Mercosur de suspender su participación en la cumbre de esta semana y analizar “ulteriores medidas”.
Con la firma de sus estados miembros y asociados, el Mercosur expresó “su más enérgica condena a la ruptura del orden democrático acaecido en la República del Paraguay, por no haberse respetado el debido proceso”.
El organismo resolvió “suspender al Paraguay, de forma inmediata y por este acto, del derecho a participar en la XLIII Reunión del Consejo del Mercado Común y Cumbre de Presidentes del Mercosur, así como de las reuniones preparatorias, que tendrán lugar en la ciudad de Mendoza, entre el 25 y 29 de junio de 2012”.
La resolución, adoptada de conformidad con lo establecido en el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur, fue suscrita por la Argentina, Brasil y Uruguay, como miembros plenos del organismo; Venezuela, con trámite avanzado para incorporarse como tal, y Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, en su carácter de estados asociados.