Día del Papa

Señor Director:

En el Día del Papa, y de los apóstoles Pedro y Pablo, le ruego publicar esta nota.

El término Papa significa padre, y se da como título al Obispo de Roma, quien es el sucesor de San Pedro y cabeza visible de la Iglesia. La palabra Papa se usó en los primeros siglos como título especial para los obispos, pero por decreto de Gregorio VII se la reservó como título oficial de sumo pontífice. El papa Benedicto XVI es el mensajero de la unión y la paz para todos los creyentes y no creyentes.

La Iglesia reconoce la poderosa acción de Dios a través de su pontificado. El Jefe de la Iglesia, obispo de Roma, con su vida y práctica constante ve, juzga y da las soluciones pertinentes, como hombre de gran fe y caridad frecuente.

San Pedro, cuyo primado sobre toda la Iglesia fue establecido por Cristo (Mat. 16:18-19), puso su sede en Roma en el año 45 d. C., siendo el centro de la cristiandad. La conexión entre Roma y el Papado está documentada en los escritos de San Ignacio de Antioquía (Siglo I), San Irineo de Lyon (Siglo II), Tertuliano (Siglo III) y otros testimonios de la Iglesia primitiva. Cristo estableció a Pedro como primer Papa para dirigir la Iglesia, por lo tanto esa unión no puede ser rota.

San Pablo, considerado el “Apóstol de los Gentiles”, ha vivido apasionadamente la misión que le confió Cristo en el camino a Damasco. En sus cartas se manifiesta el alma y el corazón del apóstol que ha sido convertido de perseguidor en seguidor de Cristo. Su vivencia apostólica sirve de orientación a niños, jóvenes y adultos misioneros de la cristiandad.

David Espejo O.F.S.