En la lotería de los penales la selección española volvió a sonreír. Se impuso por 4-2 en la tanda final. Antes, había sufrido el juego físicamente superior de los portugueses durante los primeros 90 minutos y había gozado de oportunidades de oro durante la prórroga, en la que Iniesta y Pedro pudieron sellar antes el acceso a la final del domingo, donde el equipo de Del Bosque jugará contra Italia o Alemania. Iniesta, Piqué y Cesc y Arenys patearon acertadamente para España.
El partido fue un lento e inexorable camino en bajada, con un primer tiempo bastante interesante desde el punto de vista táctico, un complemento lento y aburrido, un alargue pobre (si bien España tuvo dos grandes chances para ganarlo) y, al final, la emoción de los penales. En la fotografía, la euforia de los españoles.