Aldeas Infantiles SOS cumplió 43 años de trabajo en Bolivia

Aldeas Infantiles SOS celebró su 43 aniversario al servicio de miles de niños y familias de Bolivia combatiendo el abandono infantil, explicó la directora de la institución en El Alto, Gladys Villazón.

Durante este tiempo, a nivel de Bolivia la institución benefició a más de 14 mil niños y 7 mil familias previniendo el abandono de los menores, además permitió que más de 800 jóvenes y adultos hayan crecido en una familia SOS.

La celebración en la ciudad de El Alto tuvo un acto recordatorio, en el que se presentaron la trayectoria histórica y resultados actuales de una labor que permite brindar oportunidades diferentes a la infancia en riesgo de nuestro país.

En El Alto la inauguración oficial de Aldeas Infantiles SOS El Alto fue realizada en 2004, la misma que fue posible en gran medida al apoyo económico brindado por la conocida modelo Verona Felbush y una campaña de recaudación de fondos; resultados que fueron determinantes para que la ciudad de El Alto cuente con una respuesta a la problemática de la niñez en situación de abandono y orfandad.

El primer desafío que tuvo esta aldea fue estructurar a las nuevas familias, labor que fue realizada por las propias madres SOS, quienes junto a sus hijos e hijas lograron además otorgarle un elevado sentido de pertenencia e identidad a sus propias familias.

El inicio de este programa se respaldó ampliamente en la participación de las comunidades mediante la coordinación con juntas vecinales y padres de familia. La planificación de un encuentro con la propia comunidad fue la antesala para la implementación de este programa, el mismo que sirvió para intercambiar experiencias y conocer el trabajo que Aldeas Infantiles SOS realiza en las comunidades.

“A través de este programa, Aldeas Infantiles SOS trabaja para que las familias formen parte activa e integrada de una comunidad en la que cuenten con el apoyo de redes sociales sólidas. El objetivo principal es apoyar a los padres y madres a desarrollar sus aptitudes y destrezas de manera que puedan cuidar y proteger a sus hijos e hijas; desde organizar un hogar a ganarse la vida; desde vincularse con un niño o niña a la creación de una vida familiar estable y protectora en el hogar”, argumentó.

Un centro social y más de 39 centros infantiles comunitarios ubicados en diferentes zonas periurbanas forman parte del programa de Fortalecimiento Familiar y Comunitario para la prevención del abandono infantil de la ciudad de El Alto, en éstos se trabaja en función a la educación prescolar de los niños y niñas cuyas edades están entre los cero y seis años con el método Montessori, el fortalecimiento de la salud preventiva, alimentación balanceada y planes individuales de recuperación en el ámbito nutricional, cognitivo y psicomotor.

Más de 1.600 niños y niñas reciben los servicios de este programa en los centros infantiles comunitarios ubicados en la urbe alteña cuyo funcionamiento es el resultado de la organización de las comunidades, la participación de los gobiernos, pero sobre todo del fortalecimiento de las familias que han asumido el rol de garantes del ejercicio de los derechos de sus hijos e hijas.

El objetivo del programa de Acogimiento Familiar es que los niños y niñas crezcan en un ambiente seguro, que se sientan queridos y protegidos para construir recuerdos positivos de una infancia feliz y para ser reconocidos como sujetos de derechos frente a la sociedad.

Para ello, una familia de acogida SOS está conformada por una Madre SOS, profesional especializada en el cuidado y desarrollo infantil, y por nueve niñas o niños que llegan a ser sus hermanos y con quienes compartirá su vida hasta llegar a ser una persona adulta responsable y bien integrada a la sociedad.

Los resultados del programa de Acogimiento Familiar en la urbe alteña se traducen en más de 120 niños, niñas y adolescentes que crecen en una familia en la que sus necesidades se ponen en primer lugar, en un ambiente de confianza y amor que les permite sanar las heridas emocionales del abandono o la orfandad.