El pedido de diálogo de la novena marcha del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que mantuvo 62 días de caminata, fue respondido por el Gobierno con una serie de acusaciones contra sus dirigentes.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que se descarta un encuentro con los dirigentes acusados de narcotráfico, de pretender instalar casas de juegos de azar y de tráfico de madera, como el caso de Bertha Bejarano y Adolfo Chávez, presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob).
Los marchistas consultados por EL DIARIO sobre algunos de los riesgos que representaría a futuro la construcción de una carretera en esa región, se refirieron al peligroso asentamiento ilegal de colonizadores y cocaleros que dañarían al medio ambiente.