Turquía desplazó ayer su artillería antiaérea, lanzacohetes y otras armas a lo largo de su frontera con Siria, un despliegue militar que sucede mientras las potencias mundiales muestran nueva urgencia por resolver la crisis antes de que se extienda por la región.
Anteriormente un aliado de Siria, Turquía se ha convertido en uno de los más duros críticos del régimen de Assad y el derribo de un avión militar turco la semana pasada ha agravado las tensiones entre los dos vecinos.
Una pequeña caravana de camiones militares, remolcando cañones antiaéreos, ingresó en una base militar cerca del poblado fronterizo de Guvecci, mostraron imágenes de la televisora TRT.
Los lazos entre Turquía y Siria no habían estado tan débiles desde finales de la década de 1990, cuando los países vecinos estuvieron cerca de declararse la guerra. El conflicto fue agudo durante las décadas de 1980 y 1990 mientras Turquía desarrollaba lazos militares con Israel y Siria dio refugio a Abdulá Ocalan, un líder de la guerrilla cruda que ha sido condenado a cadena perpetua por el gobierno turco.