Desde hace muchos años, al igual que muchos países del Tercer Mundo, hemos recibido apoyos y contribuciones de países amigos y organismos internacionales. Mucho de ese apoyo se tradujo mediante donativos a fondo perdido que nos hicieron esos limosneros que consideraron nuestra situación de dependencia y subdesarrollo; pero, a la vez, han influido grandemente ante organismos internacionales de crédito para que se nos preste dinero con bajos intereses, a largo plazo y con muchos años de gracia.
La verdad es que, por el mismo hecho de ser pobres y dependientes, no hemos podido cancelar esas deudas en los plazos señalados y ello ocasionó un acumulo de deudas. Los países que otorgaron esos préstamos, en concordancia con los organismos internacionales, decidieron condonarnos o perdonarnos parte de esos adeudos y así ocurrió en diversas oportunidades; pero hay que recordar que esas condonaciones estaban condicionadas a que los montos adeudados, Bolivia los utilice en obras de desarrollo.
La verdad es que pocas veces hemos cumplido ese compromiso y para prueba ningún Gobierno ha mostrado al país y a quienes condonaron deudas las obras construidas con esos dineros. La realidad es simple, no hemos podido, en la mayoría de los casos, cumplir con esos compromisos por carencia de dinero porque no había para abonar la cuenta pendiente y menos aportar cuota parte que correspondía al Gobierno.
¿Cuánto se nos condonó desde el año 1960 hasta finales del 2005? ¿Cuánto se nos perdonó también entre el 2006 y el 31 de diciembre de 2011? Las respuestas debería darlas, en forma pormenorizada, el Ministerio de Hacienda y el Banco Central de Bolivia. Por otra parte, también tendría que informar sobre los compromisos cumplidos al condonársenos dineros adeudados, porque en algún momento se dijo que “hubo trabajos realizados”. Que se sepa, no se informó al respecto y tanto el país como los concesionarios de dineros no han conocido lo afirmado por regímenes interesados en que se conozca la realidad de los avances para el desarrollo que se hayan realizado.
Hay que convenir, además, en que los montos “aliviados a nuestra economía” debían merecer algunos controles sobre la ejecución de obras; esto implica que no es cuestión de informar sobre lo que se hizo sin mostrar la documentación pertinente y, sobre todo, lo realizado porque no corresponde que lo comprometido no se haya cumplido y, además, se hayan solicitado nuevas partidas de dinero en forma de ayuda o en calidad de préstamos.
La verdad es que países amigos como los Estados Unidos, Alemania, Japón, Inglaterra y otros han entendido siempre nuestra realidad porque siguieron las políticas de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que, en conjunción con Naciones Unidas, siempre mostraron decisión para cooperar con países del Tercer Mundo a más de hacerlo con los más pobres, que son los del Cuarto Mundo que, para vergüenza de toda la humanidad, continúan sufriendo por causa del hambre, las enfermedades y la carencia de todo medio que les permita salvar condiciones que implican, en muchos casos, muerte segura que también es deseada por los mismos progenitores para sus hijos, porque son niños que no viven sino sólo existen en condiciones de gran miseria.
Los alivios recibidos por nuestro país merecen respeto y deben ser conocidos en toda su extensión y ello es de conveniencia del Gobierno que debe adoptar las medidas pertinentes.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |