•Según informes policiales, no se conoce el número exacto de rutas pero se estima que en el límite con Perú habría al menos 100. • Los ríos secos son usados como nuevas vías para el transporte de comercio ilegal además de droga y combustible de todo tipo.
Las rutas alternas para que el contrabando ingrese al país se incrementan en la temporada de invierno, según reporta un informe especial efectuado por efectivos de inteligencia de la Policía Nacional.
En la elaboración del documento participaron diferentes dependencias de la entidad verde olivo relacionadas con el control de la internación de droga.
Por otra parte, el Control Operativo Aduanero (COA) propuso que el Instituto Geográfico Militar realice un mapeo de estas zonas con la finalidad de definir los puntos donde se debe tener un mayor control y se logre ubicar las rutas denominadas de herradura, tomando en cuenta que muchas de ellas se incrementan ante la sequía que presentan algunos ríos y riachuelos ubicados en las poblaciones fronterizas con Perú y Chile.
“Con los informes de inteligencia se busca cubrir las rutas más proclives para poder tener éxito en los controles y detenciones de las personas u organizaciones dedicadas al contrabando pero hay otras, que utilizan las rutas secundarias, denominadas de herradura, y alternas al contrabando. Incluso cuando se cubren algunas nuevas vías para esta actividad, los mismos conductores que internan mercadería no declarada se dan la manera de inmediatamente habilitar otras alternas, con la finalidad de no ser identificados”, explicó uno de los oficiales a cargo que además solicitó la reserva del nombre por la delicada tarea de identificar el contrabando.
Asimismo, de acuerdo con informes recabados por EL DIARIO, se conoce que al menos 10 comunidades del área rural protegen el contrabando por razones económicas y sociales, entre ellas Cosapa y Eucalipto, evitando que uniformados del COA o de la propia Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) puedan acceder a la zona.
“Por ejemplo, al ir de Curahuara de Carangas hacia Turco, sector fronterizo entre Chile y Tambo Quemado, cualquier persona se percata que el camino está en muy mal estado pero existe huellas de que los camioneros se han dado a la tarea de hacer caminos alternativos, los cuales incluso pasan por ríos que al momento están secos y se utilizan en la temporada de invierno”, aseguró.
Según la versión de los funcionarios policiales que trabajan en la etapa de investigación, es casi imposible definir una cantidad exacta de las rutas del contrabando, más aún cuando se habla de que en el sector que unifica a las poblaciones fronterizas del país con el lado de Puno en Perú, se habla de más de 100 rutas alternas.
“Tenemos conocimiento de que en temporada de invierno es que se llegan a habilitar más rutas porque algunos ríos se encuentran secos, esto ha diferencia de la temporada de lluvias donde las rutas se reducen hasta en un 50%. Cabe recalcar que en este caso los operadores del contrabando sólo las operan luego de tener una información fehaciente debido a la peligrosidad y riesgo que representa operar en dichas rutas, en esta actividad los contrabandistas no están solos y trabajan apoyados de un grupo de protección que tienen la tarea de habilitar nuevas rutas en caso de verificarse presencia policial”, detalló la autoridad policial.
RUTAS
El ingreso y salida de productos de contrabando a la región Puno se realiza por dos zonas, una se encuentra ubicada al Norte a través de los puntos fronterizos de Ninantaya y Tilali, y por el Sur por las localidades de Desaguadero y Kasani, todas poblaciones fronterizas.
Según reportes de la gendarmería peruana, en ambas secciones se conoce a los convoys que realizan el tráfico como culebras, en Tilali y Ninantaya, ubicadas en la provincia de Moho del vecino país, los camiones con mercadería de contrabando forman la “Culebra del norte”.
Mientras que en la parte del Desaguadero se las conoce como la “Culebra del sur”, esto en las zonas de Kazani en Yunguyo. El ingreso de productos de contrabando en el lugar se hace a través de botes, triciclos y algunas carretillas, para luego reunirlas y posteriormente, transportarlas por rutas alternas (trochas) seguidas por los contrabandistas.
En el país vecino, la ciudad de Juliaca es considerada la de mayor movimiento comercial en la región Puno y se ha convertido en los últimos años en un centro de acopio y distribución de contrabando en la macro región Sur.
Entretanto, un informe del Regimiento de Caballería V Lanza, acantonada en la localidad de Guaqui del departamento de La Paz, establece que las rutas alternas entre Perú – Bolivia y Bolivia –Chile, no sólo sirven para el contrabando de comercio y droga, sino también la salida de combustible como gasolina, diesel y Gas Licuado de Petróleo (GLP).
Las rutas utilizadas para internar productos al Perú, son las serranías de Guaqui y el Hito 22, que está ubicado cerca de la población de Kasani.
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