El bibliotecario boliviano

En la historia de la humanidad, la biblioteca ha sido una de las instituciones que más fuertemente ha aportado al desarrollo del conocimiento; su labor, respaldando documentalmente toda investigación, acceso al conocimiento, etc., ha dado un sinnúmero de frutos en diversos ámbitos, cumpliendo el rol de sistema para la transmisión de información.

Las condiciones que han primado para su funcionamiento tradicional se mantuvieron estables casi por todo el Siglo XX, aunque en este siglo se produce una sobreproducción de información, que en muchos casos sobrepasó la capacidad de manejar la información de forma manual y se ingresó en una tarea más científica y tecnológicamente más avanzada.

En todo este proceso hay una pieza insustituible en el tratamiento de la información, el bibliotecario, que de vivir en ambientes atiborrados de libros y papeles, poco a poco los ve desaparecer para ver otro tipo de documentación y formas de comunicación, como las obras digitales, CDs, DVDs, textos en línea, Internet, etc.

El bibliotecario se acomoda a los retos que le plantean las nuevas tecnologías de la información y pasa a convertirse, de cancerbero de documentos impresos a un verdadero gestor de la información y el conocimiento, administrando la información como materia prima fundamental en la economía del conocimiento, satisfaciendo las necesidades de quien es siempre nuestra majestad: el lector.

Esta sacrificada labor merece reconocimiento, por la tarea que se desarrolla con resultados siempre palpables; por esta razón el Ministerio de Trabajo emitió la Resolución 511/07 instituyendo el 30 de junio como Día del Bibliotecario boliviano, como homenaje al trabajo de los bibliotecarios de nuestra amada Patria y por la Resolución gubernamental emitida el 30 de junio de 1838 por el gobierno del Mcal. Andrés de Santa Cruz y Calahumana y del ministro general Dr. Andrés María Torrico, que creó bibliotecas públicas en todas las capitales de departamento en el país. Es la única disposición legal que dota de bibliotecas y medios de conocimiento de forma general a toda Bolivia.

Por esta fecha tan importante, asumida como fecha de inicio de actividades bibliotecarias en Bolivia, un saludo fraterno y de reconocimiento a todos estos sacrificados trabajadores de la cultura y el conocimiento.

El autor es bibliotecólogo documentalista y miembro del CPCIB.