Derecho propietario: ley o necesidad

En fecha 5 de junio de 2012 en Cochabamba se promulgó una Ley de Regularización del Derecho Propietario y también puede haber otra, que permita el manejo de la propiedad rural. Así van las cosas de momento.

LA TENDENCIA QUE IMPERE

Después de las consabidas vueltas que se pueden sintetizar en… “Que los jueces tienen la obligación de convocar a Conciliación”… “Que no vamos a poder regularizar aquellos terrenos que son de propiedad municipal”… “Que todo avasallamiento ilegal será sancionado”… el Gobierno insiste en que la gente “cuente con seguridad jurídica” en su terreno y con UNA sola vivienda digna; más todavía, reitera que… “si una familia ya tiene una vivienda, la ley cumplirá su objetivo y su fin social”...

La ley en referencia deja muchas cosas en el limbo, así por ejemplo: ¿qué pasa con usucapión? ¿Desaparece del mapa? Luego, uno puede tener propiedades urbanas o rurales. Y ¿qué pasa con ellas? La manifiesta intención de intervenir -después de una vivienda digna- limita el derecho propietario y, lo que es peor, se afecta el derecho SUCESORIO, tan propio y querido por la noble sociedad boliviana.

Con la Ley de Regularización de la Propiedad Urbana se busca limitar el derecho propietario, si bien todavía no está determinada la superficie de la única vivienda DIGNA, además la ley puede cumplir su OBJETIVO y su fin social. Todo lo cual crispa a la opinión pública, que -de momento- se pregunta con una natural impotencia: ¿qué pasará con la novedosa alquimia que maneja el Gobierno?

EL ESFUERZO COLECTIVO

Entonces surge la natural cuestión a saber: ¿para qué se creó el Estado? La respuesta puede resultar lapidaria. En efecto, todo el esfuerzo de la humanidad está referido a separar el poder de las personalidades que la ejercitan. Esta tentativa se la ve, por ejemplo, en Siria, donde el presidente Al Assad mata a miles de personas para continuar en el poder. Y en Grecia, donde el pueblo lucha para manejar su propio destino, con instituciones INDEPENDIENTES. Por el resto –afortunadamente- con gran estabilidad el Poder de Estado anda separado de los llamados “jefes” y se convierte en el instrumento de realizaciones de la idea que la colectividad nacional (el pueblo) tiene de su porvenir y de la organización política social que maneja.

Adviértase que en Bolivia pasa todo lo contrario. El Poder de Estado quiere dar “seguridad jurídica” y manejar todo, así sea la esquina del boticario. Consiguientemente, se descuida la IDEA DE DERECHO -la idea conjunta de un futuro mejor-, que es la base esencial del poder y constituye, a su vez, el fundamento del Derecho. Ciertamente existen muchas maneras de explicar el origen de la obligación jurídica, pero por ahora resulta suficiente destacar la necesidad de intervención de un gobierno unipolar.