Ejecutivo afirma que Jindal abandonó el país y anuncia recisión de contrato

El ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira, declaró ayer que, los ejecutivos de Jindal Steel Bolivia (JSB), “abandonaron en la práctica el país, por lo que no quedaría otro camino que rescindir ese documento suscrito en 2007”.

Explicó que legalmente el contrato con la Jindal para la explotación e industrialización de hierro en El Mutún continúa vigente.

Jindal en su último comunicado, desmiente esta versión y recuerda que el Estado boliviano a través del ministerio público inició una persecución penal en contra de los principales ejecutivos de la empresa por el supuesto delito de incumplimiento de contrato y que estos decidieron que no participarán de negociaciones mientras el Gobierno retire esta denuncia.

“El señor Vikram Gujral, ha desaparecido, no sabemos dónde está, hemos pedido, muy cordialmente, a su representante que se presente al Ministerio con la documentación respaldatoria, que le acredite como representante legal de Jindal en Bolivia. Hasta el momento, no conocemos esa representación legal. Es decir, Jindal, en la práctica, a abandonado el país”, dijo el ministro en declaraciones a los medios de comunicación.

Virreira dijo que el Gobierno busca todavía una solución a las divergencias con esa empresa impulsando una negociación, pero dijo que Jindal, en este momento, no tiene un representante legal en Bolivia.

“Si no hay el representante legal (de Jindal) aquí en Bolivia, no tenemos otro camino que rescindir (el contrato). Esperemos que en los días que falta para dar la respuesta, hasta el 8 de julio, se apersonen las personas que dicen representar a Jindal”, remarcó.

Jindal se adjudicó en 2007 el proyecto siderúrgico del Mutún, ubicado en el departamento de Santa Cruz, con la promesa de invertir 2.100 millones de dólares para la explotación del 50% de ese mega yacimiento de hierro, pero el incumplimiento de las inversiones comprometidas le costó, hasta mayo último, la ejecución de dos boletas de garantía por 36 millones de dólares.

Inicialmente, ese grupo hindú expresó la intención de dejar el país, pero después planteó al Gobierno reducir sus inversiones hasta 1.500 millones de dólares para continuar al frente de ese proyecto; sin embargo, el Ministro de Minería y Metalurgia recalcó que no hay con quién hablar sobre las modificaciones al contrato.

Con relación a la propuesta de Jindal y una posible resolución del contrato, Virreira informó que su despacho ha preparado una respuesta que será divulgada en los próximos días.

Por su parte, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, informó que la Jindal suspendió, mediante una carta, las negociaciones con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para la firma de un contrato de provisión de gas para la continuidad del proyecto del Mutún.

“YPFB ha mandado el borrador del contrato a Jindal para que lo considere; sin embargo, esa empresa mandó una carta (indicando) que se suspende todo esto hasta que se tenga certeza sobre la continuidad de Jindal, acá, en Bolivia”, explicó.

Jindal suspendió desde el 8 de marzo sus operaciones en El Mutún, argumentando un supuesto incumplimiento del contrato de riesgo compartido, por parte de la Empresa Siderúrgica del Mutún, y dudas en la provisión de gas.

RESPUESTA DE JINDAL

“Los principales ejecutivos de Jindal Steel Bolivia S.A. no han recibido ninguna invitación con nota oficial de parte del gobierno de Bolivia para negociar y buscar soluciones conjuntas. Lamentamos que representantes del Gobierno de Bolivia se limiten solo a realizar declaraciones de prensa, en lugar de proponer soluciones para un proyecto Multimillonario que beneficia al país”, indica un comunicado de la empresa emitido ayer.

Explica que la persecución penal iniciada de oficio por un Fiscal de materia de la ciudad de La Paz, contra sus principales ejecutivos pese a la promesa de altas autoridades, hasta el presente no ha sido retirada o dejada sin efecto . A estos sucesos negativos se suman dos cobros de Boletas de Garantía hechas por la ESM cuando las obligaciones contractuales de Jindal Steel Bolivia dentro del contrato de Riesgo compartido, se encontraban suspendidas.

“Las circunstancias citadas nos obligan a manifestar públicamente que Jindal actualmente no encuentra en Bolivia la seguridad jurídica necesaria para seguir realizando inversiones. Esperamos que las autoridades Bolivianas y principalmente la ESM cumpla sus obligaciones contractuales permitiendo de esta manera la continuidad del proyecto siderúrgico largamente esperado por el pueblo de Bolivia”, agrega el documento.