Inician proceso a comerciantes que agredieron a personal de impuestos

El Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), denunció que este miércoles un grupo de propietarios de tiendas de suministros y ferreterías del centro comercial “El Rosario”, ubicado en la zona del mismo nombre de La Paz, secuestró, agredió y amenazó de muerte a funcionarios del proyecto Controladores Fiscales.

El presidente Ejecutivo del SIN, Roberto Ugarte, explicó que dicho personal cumplía su labor de fiscalización sobre la extensión de facturas por la venta de objetos y materiales para instalaciones eléctricas, sanitarias y alcantarillado y, en esa circunstancia, uno de los empleados de un establecimiento se negó a entregar el talonario de factura para ser intervenida, debido que fue encontrado in fraganti en evasión fiscal.

Con bastante agresividad, el empleado agredió a uno de los controladores fiscales y procedió a instigar al resto de propietarios a una reacción en masa. Los dueños ordenaron cerrar las rejas del centro peatonal que tienen conexión con la calle Isaac Tamayo y Santa Cruz en la zona El Rosario, procediendo de esta manera al secuestro de los funcionarios para agredirlos y lanzar amenazar contra la vida de los mismos.

Ugarte anunció que esas acciones fueron inmediatamente denunciadas ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y en las siguientes horas formalizará ante el Ministerio Público denuncia penal contra los autores de este atentado, para quienes pedirá la máxima sanción por atentar contra el ejercicio de la función pública, previsto en Código Penal y la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz.

Los enardecidos comerciantes impidieron violentamente la intervención de sus negocios, interfiriendo de esa manera la labor de la Administración Tributaria. Este hecho ocurrido entre las 16:00 y 17:00 horas fue inmediatamente reportado a la Policía Nacional, que envió refuerzo para el rescate de los funcionarios afectados.

Sin embargo, los comerciantes no respetaron ni el refuerzo policial que también fueron hostigados y acorralados para atemorizar a la fuerza pública, que finalmente, logró sacar a uno de los funcionarios tras ser agredido en el rostro y víctima de un objeto contundente en la cabeza.