EL DIARIO y ANF.- La Iglesia Católica por medio del monseñor Oscar Aparicio, condenó ayer los actos de violencia ejercida en contra de las personas de la vigilia de la novena marcha establecida en las afueras de la Vicepresidencia del Estado, argumentando que no se justifica ningún tipo de represión peor aún si se efectúan en contra de mujeres y niños, por lo que sugirió que el Ejecutivo inicie las negociaciones por la vía del diálogo.
“Condenamos el uso de la violencia por ser inútil y mellar la dignidad de toda persona. La violencia nunca ha contribuido a la solución de ningún problema y constituye en un gran atentado a la vida, don sagrado de Dios”, expresó.
El monseñor dio a conocer que después de los actos violentos cometidos en contra de los indígenas de Tierras Bajas, representantes de la Iglesia se presentaron en el lugar para tener una idea de cuál fue el daño causado a los marchistas y sus niños.
“El motivo de apersonarnos allí fue porque alarmados de la noticia, hemos querido visitar, pero sobretodo, ver la situación de los niños que es lo que más nos preocupaba; hemos visto un grupo de niños en la Alcaldía que han sido acogidos, pero hemos visto otros niños que han sufrido esta violencia y que estaban siendo atendidos médicamente, por lo que nos preocupa esta situación”, dijo.
El prelado reiteró que la violencia es condenable venga de donde venga, sea por parte de los defensores del Gobierno central u organizaciones que apoyan a la novena marcha, como la organización Mujeres Creando, que protagonizaron estos hechos la mañana de este jueves.
“Desde todo punto de vista la violencia no es aceptable, venga de donde venga y evidentemente esto es reprochable. El uso de la violencia que podemos ver no sólo es aquí en Plaza Murillo, sino en otros acontecimientos”, agregó.
Sobre el caso de Mallku Khuta, donde se ha secuestrado a dos ingenieros pidiendo el “canje” con el dirigente de esa región Cancio Rojas, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), deploró el dolor que se causa a las familias bolivianas, y se reiteró el pedido para lograr diálogo sin generar violencia innecesaria.
La Iglesia ratifica la “solidaridad con las víctimas de estos actos de violencia, pues su sufrimiento no nos es indiferente”, indica el comunicado de la Secretaría General de la CEB.
A través de Pastoral Social Caritas Boliviana, la Iglesia Católica está presente apoyando a los marchistas que llegaron a La Paz la semana pasada, después de la larga caminata de dos meses. Brindando atención en salud, alimentación y de acogida, señaló monseñor Aparicio.
Por otro lado, los sacerdotes diocesanos “reconocemos y apoyamos a los hermanos indígenas en su planteamiento y lucha por sus derechos naturales, incluyendo territoriales, en el mejoramiento de sus condiciones de vida que no son debidamente atendidos ni respetados en sus necesidades”.
Los pueblos originarios son “transgredidos en sus derechos naturales y humanos por las autoridades correspondientes coyunturales, quienes ven como enemigos a los que reclaman sus derechos de vivir bien”, asegura el pronunciamiento de la 27 Asamblea Nacional de sacerdotes diocesanos.
DATOS
- Gobierno informa de ocho efectivos policiales que resultaron contusos tras la reacción contra la vigilia.
- Indígenas fueron afectados por los gases y descargas de agua. Sus carpas y alimentos quedaron destruidos.
- Al menos 15 niños tuvieron que ser evacuados a centros de salud con leves reacciones tras la arremetida policial.
- Una lluvia persistente por la noche impidió que la vigilia retorne a la normalidad.
- Carpas, alimentos y abrigos quedaron dañados por acción humana y luego natural.
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