La mitad de los módulos policiales tiene problemas de equipamiento

Vecinos alteños denunciaron que el 50% de los módulos policiales instalados en la ciudad funcionaría con deficiencias ante la falta de equipamiento, personal policial y una política de seguridad ciudadana.

El 2010 se anunció el funcionamiento de cerca a 100 módulos policiales en toda la urbe, de los cuales un 75% tenía designado ya cuatro efectivos policiales. Según reportes policiales, los uniformados de baja graduación deberían atender por turnos de 24 horas, pero esto en condiciones poco favorables tanto para la seguridad de los vecinos como para la seguridad de los propios policías.

De acuerdo con Guillermo Condori, representante de la zona San Felipe de Seke al Norte de la ciudad de El Alto, el funcionamiento de los módulos policiales es una actividad artesanal, donde dos efectivos deben cubrir una extensión de 18,8 Kilómetros cuadrados a pie y sin ningún armamento.

“Es por eso que nosotros nos vemos en la obligación de aplicar nuestras propias medidas de seguridad que tienen que ver con la ejecución de un sistema de comunicación entre vecinos o, al menos, con un nivel de coordinación entre los presidentes zonales. En varios ampliados se ha determinado incluso no entregar a los delincuentes que son descubiertos en flagrancia ante el riesgo de que los mismos lleguen a ser liberados en menos de ocho horas o que en el proceso de imputación simplemente queden igual de favorecidos porque los vecinos no tienen tiempo para instalar una denuncia y seguir un proceso que, además, requiere una inversión monetaria notable”, explicó.

En consideración de Johana Colque, representante vecinal del barrio Río Seco del Distrito Municipal 5, en varias ocasiones los pobladores del lugar solicitaron la presencia de los funcionarios policiales para atender diferentes casos relacionados con la seguridad ciudadana en su jurisdicción, pero no tuvieron donde recurrir ya que los efectivos policiales no se encuentran en sus oficinas bajo el pretexto de que supuestamente están efectuando patrullaje a pie.

“Como vecinos, muchas veces tenemos temor de hacerle frente a personas desconocidas que con vehículos realizan su recorrido por diferentes casas y llegan a tiendas supuestamente a tomar refresco, pero lo que en realidad hacen es estudiar a los vecinos y verificar si el lugar que han identificado como sector vulnerable tiene o no presencia de propietarios. Además, cuando hemos solicitado la presencia policial generalmente los efectivos nunca están en su lugar de trabajo bajo la excusa de que realizan patrullaje a pie, cuando en realidad ni siquiera han llegado a los módulos”, explicó.

Esta versión fue compartida por Clemente Mamani del D-8, quien también dio a conocer que los vecinos del lugar llegaron a apedrear los bares y cantinas que son instalados desde la avenida Juan Pablo II hasta la extranca ya que en esa zona este tipo de locales llegó a proliferar en los últimos tres años.

“Nosotros hemos identificado un notable incremento en los bares, cantinas y lenocinios que se han instalado en las edificaciones conocidas como ‘servicios combo’ instaladas en todo el trayecto de la avenida Juan Pablo II, éstos son los lugares donde no sólo se incita a los jóvenes y adolescentes al consumo de bebidas alcohólicas y drogas desde muy temprana edad, sino que en varias ocasiones se han identificado como los tugurios donde se planifica los atracos de la noche, donde los parroquianos llegan a morir en manos de los delincuentes por artículos como celulares, chamarras, zapatos o unas cuantas monedas”, detalló la dirigente.