¿Habrá una burbuja de la construcción en Bolivia?

La presente nota surge a propósito de una reciente entrevista del prestigioso economista español Xavier Sala i Martín a Paul Krugman, ganador del premio Nóbel de Economía 2008 publicada en la web (véase: http://www.lavanguardia.com/economia/20120708/54322010105/paul-krugman-si-alemania-no-cede-el-euro-se-rompe.html).

La explicación de Krugman acerca de la burbuja de la construcción en España me hizo pensar en lo que podría pasar en Bolivia en unos 5 años más o menos. Me explico. Para nadie es desconocido que en este momento existe un boom de la construcción, particularmente en el centro del poder político del país: la ciudad de La Paz.

La excesiva demanda de terrenos para construir edificios de departamentos, principalmente en la zona sur, ha producido una inflación de precios en los terrenos, con efectos verdaderamente complicados en los precios de bienes inmuebles. Aun así, los departamentos que son construidos encuentran fácilmente compradores porque han aumentado las opciones de financiamiento y las tasas de interés se han vuelto increíblemente convenientes.

Sin embargo, me pregunto qué pasará en unos años cuando se empiecen a deteriorar las condiciones económicas del país como resultado de una crisis financiera agravada en Europa que podría arrastrar de alguna manera - es decir en mayor o menor medida - al conjunto de los países desarrollados del mundo debido al alto grado de interrelación de las economías más poderosas del planeta.

Como es sabido por todos, nuestra economía depende de manera fundamental de los precios de las materias primas que exporta y que en años recientes han profundizado su carácter extractivista primario-exportador. Un agravamiento de la crisis financiera en Europa con la salida de España, Grecia e Italia, por ejemplo, de la Unión Europea, podría desencadenar algunos efectos muy perniciosos en la economía global, entre los cuales no descartaría una disminución de la demanda de materias primas y, por tanto, una baja de los precios internacionales de las mismas. Esto, a su vez, podría derivar en una caída estrepitosa del valor de nuestras exportaciones, tanto de hidrocarburos como de minerales, que a diciembre de 2011 representaban más del 83% del valor total de las exportaciones bolivianas.

Como la industrialización del país no es más que una quimera luego del descubrimiento de un nuevo episodio de corrupción en YPFB en la planta de separación de líquidos, así como los fracasos del Mutún y el litio, y la quiebra o el proceso de quiebra de un número cada vez mayor de empresas (entre las que se destaca Ametex, por ejemplo) del débil e incipiente sector secundario de nuestra economía, principal generador de fuentes de empleo en cualquier parte del mundo, se avizoran días muy difíciles para la economía boliviana, lo que podría incidir eventualmente en el repago de la deuda contraída por los nuevos dueños de departamentos principalmente en la ciudad de La Paz. Todo esto podría reventar la burbuja de la construcción con graves consecuencias para la economía boliviana.

El autor es economista