Quintana rechaza nexos con narcotráfico aludidos por una publicación brasileña

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, negó ayer en conferencia de prensa, cualquier nexo con narcotraficantes tal como citó la publicación brasileña Veja y que causó revuelo en la clase política boliviana. En tanto, los opositores piden investigar el caso, además de la renuncia de la autoridad.

Quintana, hombre fuerte del gobierno de Evo Morales, fue aludido por la publicación del vecino país, sindicado de haberse reunido con un “capo” del narcotráfico, junto a la ahora directora de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y las Fronteras (Ademaf) Jessica Jordan.

“Nexo con narcotraficantes, ninguno; más bien tengo un comportamiento contra el narcotráfico. Si hay algún ciudadano que detesta y que deplora a las organizaciones criminales que le hacen daño irreparable a la sociedad soy yo. En segundo lugar, no tengo ningún vínculo, no conozco a ese señor, no he tenido conocimiento de quién es ese sujeto y mucho menos la posibilidad de haberme entrevistado, como dice la revista en la ciudad de Santa Cruz en compañía de Jessica”, manifestó.

La publicación señala que el narco brasileño, Maximiliano Dorado tuvo un encuentro con las autoridades del Ejecutivo. Esta situación hizo que la oposición pida un informe a fondo e incluso la renucnia del brazo derecho de Evo Morales.

El diputado y jefe de bancada de Convergencia Nacional (CN) Luis Felipe Dorado, cuestionó a la autoridad, además de asegurar que la revista no puede ser procesada porque denunció un hecho que el propio senador Roger Pinto anunció hace meses, tras la condena que recibió el exgeneral René Sanabria en EEUU, acusado por narcotráfico.

“Ya basta de cortarle la cabeza al mensajero. Cuando alguien denuncia a funcionarios de gobierno por presuntos vínculos con el narcotráfico, el presidente manda a acallar al denunciante. Así pasó con el senador Roger Pinto y ahora quieren enjuiciar a la revista Veja”, dijo.

Tanto Quintana, como los asambleístas del MAS han anunciado que interpondrán procesos penales contra el medio impreso, bajo la figura de calumnia y difamación.