Tras descubrirse que dos altos ejecutivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ahora en prisión, el Ministerio Público revisará las adjudicaciones por más de 770 millones de dólares, Tomando en cuenta que la planta Gran Chaco tiene un costo de 608 millones de dólares y la planta Río Grande 163 millones de dólares.
El exgerente nacional de Plantas de Separación de Líquidos, Gerson Rojas Terán, quién según sus declaraciones, tenía la confianza del presidente de la estatal, Carlos Villegas; y Agustín Ugarte Méndez, miembro de la comisión calificadora, fueron apresados: El primero está internado en Palmasola y el segundo en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Los fiscales expresaron que ambos ejecutivos de YPFB habrían mantenido una estrecha relación de amistad y aumentaban los puntos de montos para las licitaciones con el fin de favorecerse con miles de dólares. “No otra cosa significa que ellos tengan cajas de seguridad en bancos donde cada día crecía de forma alarmante su patrimonio con dinero del Estado”, expresó Candia.
Rojas aseguró en su declaración informativa que el día que chocó el automóvil estatal estaba en función oficial, pues gestionaba la compra de un terreno, tarea coordinada con el presidente de la estatal petrolera, Carlos Villegas.