Siete personas secuestradas, vejadas y torturadas, un muerto, varios heridos y la reversión de las concesiones de exploración a la South American Silver, que supone, en este caso, la pérdida para el país de 1.000 millones de dólares de inversión, es el resultado de una irracionalidad de algunos comunarios de Mallku Khota.
La causa mediata de esta situación hay que encontrarla en el “empoderamiento” que el Gobierno ha hecho asumir a comunarios e indígenas en general, sin medir la incidencia psicosocial en tales sectores, ni los excesos que no era difícil entrever y que vienen repercutiendo negativamente. Factor concurrente a éste es la autonomía indígena fruto de la Asamblea Constituyente, a instancias del Gobierno, concedida para neutralizar la autonomía departamental, que despertaba temores a la actual estructura de poder.
Al mismo tiempo fueron reconocidos los complementos de gobierno propio, justicia comunitaria, usos y costumbres que nadie puede definir, todo lo cual más pronto que tarde acarrea ingobernabilidad en un Estado ya difícil de manejar con anterioridad a dichas medidas. El panorama que estamos exportando persuade a quienes nos ven desde las fronteras como saldo de la barbarie en América, sumada a linchamientos, quemas humanas, etc., extremos que van más allá del desprecio por la vida y la dignidad ajena y del respeto a los derechos humanos.
A este plano psicosocial se añade, para estupor público, que las propias autoridades del Estado justifiquen los atentados de Mallku Khota. Un Ministro dijo muy campante: “No han cometido (los comunarios) ningún delito, puedo afirmarlo, los funcionarios de la empresa han agredido a los campesinos…”. Estas aseveraciones carentes de toda lógica contrastan con las huellas corporales de salvajismo perpetrado por los captores de los secuestrados. Pareciera que el empoderamiento no fuera tal sino se asocia al encubrimiento, a la apología del delito y a la impunidad.
Las concesiones del Gobierno en este caso son: revertir los contratos de exploración a la South American Silver (decreto supremo que se redactaba a tiempo del presente editorial), libertad de Cancio Rojas, responsable de los primeros hechos, no procesamiento a ninguno de los autores de los ilícitos, etc. De esto se desprende la eficacia indiscutible de las “medidas de presión”, ya que mediante éstas se puede obtener la libertad de un procesado, la expulsión de los inversionistas, así como que la minería deja de ser una industria y queda a merced del capricho de los dirigentes comunarios, aunque signifique volver a la explotación anterior a la colonia, alejar las inversiones, carecer de exploración, dar la espalda a la transferencia de tecnología, etc.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |