Hurtado habría sido “chantajeada” para asumir cargo paralelo de Cidob

El presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) Adolfo Chávez informó que existen denuncias de las bases de esta organización sobre un presunto “chantaje” que habría obligado a que Melva Hurtado acepte ser parte de la directiva paralela que el Gobierno designó en la entidad. Por su parte, el presidente de la Subcentral Tipnis, Fernando Vargas, recordó que Hurtado estuvo en las últimas dos movilizaciones e incluso fue una de las víctimas de la represión en Chaparina.

A tiempo de anunciar que la vigilia conformada por comunarios que desconocen a la dirigencia de la Cidob, instaurada por el Ejecutivo, continuará permanentemente, el dirigente Adolfo Chávez, informó que Melba Hurtado, a quien desconocen como ejecutiva de esta organización, habría recibido un monto que supera los Bs. 60.000 durante la gestión del gobernador de Beni, Ernesto Suárez.

“Al parecer este dinero lo recibió ella como parte de un financiamiento para realizar talleres con el tema de las autonomías, pero al momento en que debía rendir cuentas, el Gobierno la presionó con esto y la chantajeó para que acepte la dirigencia de la Cidob y así dividirnos más”, afirmó. Estas denuncias aun están siendo investigadas, según informó Chávez.

A su turno, el presidente de la Subcentral Tipnis, Fernando Vargas, recordó a Melba Hurtado que antes apoyó al movimiento indígena y sus demandas. Asimismo lamentó que el presidente Evo Morales continué dividiendo a los pueblos indígenas de Tierras Bajas a través de sus organizaciones.

Hurtado, firmó un documento el pasado 26 de marzo en Santa Cruz, donde manifestaba su apoyo a la realización de la novena marcha. Asimismo, en su momento, manifestó su apoyo a los indígenas que reclaman la puesta en vigencia de la Ley 180 que protege el Tipnis.

“Ese día (25 de septiembre del 2011) sentí miedo y una impotencia grande porque no podíamos defendernos. He visto como han golpeado a mi hijo, uno de los guardias indígenas, todo eso es algo muy difícil de olvidar”, decía días después de la violenta represión policial en Chaparina.

Por otro lado, el expresidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), Celso Padilla, anunció que 300 indígenas de la novena marcha se sumarán a la vigilia que resguarda la sede de la Cidob en Santa Cruz, a la cabeza de Adolfo Chávez, para evitar que la nueva directiva de esa organización tome posesión de las oficinas.