A cinco años de su prohibición persiste la venta de ropa usada

La venta de ropa usada es generalizada en los centros de abasto de todo el país, en perjuicio de la industria textil nacional y los importadores legalmente establecidos, pese a que el Gobierno prohibió su importación y comercialización en abril de 2007.

Supuestamente el ingreso está prohibido a territorio nacional, pero los camiones con esta mercadería salen diariamente de almacenes en la zona franca de Iquique, con rumbo a Bolivia, tal como constatan los cientos de comerciantes bolivianos que trabajan entre este puerto y ciudades como Oruro y El Alto.

“Unos diez camiones salen de Iquique todos los días, incluso las importadoras en la zona franca le hacen precios a los que llevan más de tres fardos, todos los camiones cargados vienen a Bolivia”, explicó a El Diario una comerciante que pidió mantener su nombre en reserva.

El Estado puso en marcha el Programa de Reconversión Productiva el cual involucraría la capacitación de estos comerciantes para el diseño de proyectos empresariales, y finalmente la ejecución de estos nuevos planes a partir de créditos que no funcionó, reconoció el Viceministro de Micro y Pequeña Empresa, Ramiro Lizondo.

Explicó que un 85% de los comerciantes que accedieron a los créditos destinaron los recursos para comprar más “cosas”, como ropa usada, y que solamente el 15% fue empleado en una verdadera reconversión.

El Viceministro también admitió que la Reconversión Productiva, impulsada con recursos de un fideicomiso del Tesoro General de la Nación (TGN) de 80 millones de bolivianos, benefició sólo a pocas personas del sector de los denominados comerciantes de prendas a medio uso.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural 5.048 personas se inscribieron en el Programa de Reconversión Productiva, de los cuales más de dos mil beneficiarios fueron habilitados y sólo 563 pudieron acceder a otro tipo de actividad productiva.