La vida es sueño

La naturaleza humana siempre va a acompañar los pasos de su existencia con grandes dosis de “sueños”, que por definición son deseos, proyectos y esperanzas sin posibilidad de realizarse.

No voy a comenzar a recordarles y exponerles mi punto de vista, ya lo repetí hasta el cansancio y no vale la pena, por el momento, el aclararlo a los cuatro vientos.

El momento que por alguna caprichosa razón se cumplen algunos de nuestros imposibles, se desatan y liberan una serie de sensaciones, alegrías contenidas y un eterno agradecimiento a cualquiera; Dios, destino, suerte, familia, coyuntura etc. Lo vivimos aquel 1.993 donde como pueblo, paso a paso, veíamos que nos acercábamos a la remota y casi imposible opción de clasificar. Por siempre se hablará de los jugadores de aquél entonces y sus grandes capacidades, sin embargo el hombre que nucleará, concentrará y será el símbolo por siempre de los recuerdos de esa época será Xabier Azkargorta.

Somos incongruentes cuando la pasión del fútbol nos desborda y los procesos mentales lógicos y el raciocinio desaparecen y buscamos cualquier artilugio para autoc onvencernos y doblegar la prudencia que por ahí nos exige la realidad.

Calderón de la barca en 1635 estrena “La Vida es sueño” conceptualizando una idea que, por siempre acompañó al hombre, como nuestro fútbol, esta obra de teatro barroco tiene grandes dosis de drama pero no llega a ser una tragedia, Platón en Grecia pensaba que el hombre vivía en un mundo de sueños donde solo salía del mismo en la medida que se acercaba al bien.

Se terminó confirmando lo que todos esperaban, la designación de

Xabier Azkargorta como DT de la selección nacional, provocando en el público en general una marcada sensación de aprobación y agradecimiento, muy pocos le están buscando cinco patas al gato, la gran mayoría asume que en esta etapa no intentará clasificar a Brasil porque sería una mentira, pero sí, provocar los cambios que se necesitan para que nuestra historia sea diferente.

He visto gente sonreír ante una foto del profe colgada en la tapa de nuestro periódico en la puerta de EL DIARIO y repetir con un suspiro de por medio un !Ojalá¡ que en árabe es “si Dios quisiera” y en español se traduce mal como si Dios quiere, igual es una expresión de deseo. La gente en estos 18 años transcurridos desde el mundial de Estados Unidos asimiló que la coyuntura es distinta, que es más difícil, que hemos retrocedido, que se tiene que recuperar parte del camino hacia nuestra identidad y que no se puede exigir lo mismo o algo parecido a lo que se consiguió aquellos años. Lo que necesita la gente es saber que se está haciendo algo distinto y que en algún momento rendirá sus frutos, el pueblo necesita que lo miren a los ojos y no le mientan, el universo futbolero boliviano precisa de declaraciones honestas.

Me da la impresión que mientras más respeto se nos tenga más apoyo brindaremos y será directamente proporcional la dignidad propuesta por el cariño a entregar.

Éxitos y muy buena fortuna.