“Cuando me enteré que sería padre, cambió mi vida”

Juan Carlos Arce, uno de los mejores delanteros bolivianos que hay en la actualidad, desde muy pequeño comenzó a entrenar en la Academia Tahuichi, lugar donde se formó hasta sus 16 años, luego pasó a filas de Oriente Petrolero y debutó en el clásico cruceño, ante Blooming, club del que es hincha.

Tras tener una buena carrera en Oriente, Arce sale a jugar para el Corinthians de Brasil, equipo en el que se convirtió en el preferido de los hinchas, por problemas internos de la dirigencia, el plantel carioca descendió a la B.

Después de estar un año en la escuadra brasilera, Arce jugó en varios países, para luego llegar a Oriente y terminar su contrato. A principios del 2012 se vinculó a Bolívar y tiene la ilusión de ser campeón con la Academia.

En estos momentos se encuentra recuperando de una lesión y tiene la predisposición de ponerse en forma lo más antes posible para volver a las canchas.

¿A qué edad comenzaste a jugar fútbol?

A los siete años ya estaba corriendo en las canchas, esto fue gracias a la Academia Tahuichi, que me permitió entrenar ahí, desde ese momento en adelante no paré hasta convertirme en jugador profesional.

¿Por qué escogiste este deporte?

Creo que la pelota fue lo primero que me gustó desde que era niño y eso me llevó a seguir practicando. Ya cuando tenía más uso de razón siempre pedía de regalo ya sea en navidad o en mi cumpleaños, un balón porque eso me hacía sentir feliz.

¿Cómo llegas a Oriente?

Estuve hasta los 16 años en la Academia. Soy declarado hincha de Blooming, al igual que Roly Aguilera hijo y padre y un día me preguntaron en qué equipo quería jugar y les respondí que en Blooming, me dijeron que platicarían con los dirigentes para que pueda enrolarme a ese club, dos meses después me llamó Roly y me dijo: “Hablé con los dirigentes y ven que eres un buen futbolista, pero no tienen la seguridad de que serás un gran jugador en la Liga, eres muy flaco” y en ese momento me desilusioné.

Un mes después me llegó una propuesta de Oriente y acepté, a partir de ahí jugué en ese club. Estoy muy agradecido con ellos, por darme la oportunidad de estar en la Liga y mi deseo es poder retirarme en este equipo.

¿Cómo fue tu debut en Oriente?

Debuté con el profesor Antonio Gottardi, justo en esa época se jugaba la Copa Sudamericana y debíamos enfrentar a Blooming, el partido terminó 1-1, pero recuerdo que tuve una gran oportunidad de anotar un gol y era más fácil convertir que fallar, pero lo erré, al final fuimos a penales y perdimos.

¿Cómo llegas a Corinthians?

Yo siempre llevaba en mi auto muchos DVD de todas mis jugadas, por si alguna vez lo necesitaba. Un día, después de un entrenamiento, se me acercó un empresario brasilero y me preguntó si tenía DVD para poder llevar a su país y mostrarlo a más empresarios. A los dos días vino y me dijo que ya lo había visto y que en dos o tres meses me iba a dar una respuesta.

A los tres meses me llamó otro empresario, que había hecho sociedad con el que se llevó los DVD, entonces me dijo que ya estaba cerrado un 80 por ciento con la gente de Corinthians y no lo podía creer y le respondí: “¿Me estás hablando en serio?” y él dijo “Lo único que falta es tu respuesta, si me dices que sí, yo lo cierro en estos días”, le dije que sí y al tercer día vino, me trajo el contrato y lo firmé.

¿Tu paso por Corinthians?

En lo personal fue muy bueno, aprendí mucho, incluso cuando comencé a marcar goles me llegaron ofertas del fútbol español e italiano, luego llegaron los problemas de Corinthians, sobre anormalidades en la dirigencia y eso provocó que el equipo juegue la B.

Luego, ¿a dónde vas?

Cumplí mi contrato de un año con Corinthians y me llegó una oferta de Qatar por seis meses. Después de jugar ahí me fui a Corea por medio año. Luego volví a Brasil para jugar en Sport Recife, estuve un año y volví a Oriente, después me fui a Rusia.

¿Cómo llegas a Bolívar?

Después de estar en Rusia, mi contrato terminó con Oriente y como ya era jugador libre la gente de Bolívar comenzó a llamarme todos los días y me decían que tenían muchas ganas de que juegue con ellos.

Cuando llegué a la Academia sólo podía jugar la Copa Libertadores y eso fue bastante complicado porque no podía participar en la Liga y me quitaba ritmo, seguí trabajando duro, tuvimos una buena Copa, pese al 8-0 en Brasil y ahora tengo el deseo de salir campeón con este club.

¿Cómo fue tu paso por la Selección Nacional?

Me fue bien, jugué dos Copas América, esta es mi segunda eliminatoria, no la comenzamos bien, pero creo que aún tenemos oportunidad de seguir adelante y clasificar a un Mundial, que es el deseo de los jugadores y de toda la gente del país. Debuté con el profe Erwin Sánchez contra El Salvador y ganamos por goleada.

¿Cuál fue el mejor técnico que tuviste hasta ahora?

En la Academia tuve al profe Ángel Justiniano, él fue uno de los pilares para que me convierta en profesional, luego estuvieron Gottardi, César Soto, que lo conocí desde muy niño, también llegaron el profe Erwin Sánchez, Galarza, Ramiro Blacutt, todos fueron muy importantes en mi carrera.

Hablando del tema familiar, ¿Cómo se llaman tus padres?

Mi madre se llama Elia Justiniano y mi padre Carlos Arce, tengo cuatro hermanos, Paola, Eliana, Erick y Carla. Mi esposa se llama Melisa Mendoza y mi hija Adanae.

Si no hubieras sido jugador de fútbol, ¿Qué profesión tendrías?

Esa es la pregunta del millón (ríe). La verdad no sé, me puse a pensar muchas veces qué hubiera hecho, es muy complicado de responder.

¿Qué harás cuando te retires?

Me interesa ser empresario, poder ayudar a futbolistas a mostrarse y llevarlos a jugar a otros lados. A lo largo de mi carrera conocí a mucha gente y eso facilita el poder seguir esta idea.

¿Cómo conociste a tu esposa?

Conocí a Melisa cuando comenzaba mi carrera futbolística. Ya son ocho años de estar juntos. Un amigo nos presentó y a partir de ese momento intenté ser lo más romántico posible para tratar de conquistarla. Gracias a Dios pude conocer una buena mujer que me dio una hija bellísima.

Cuando me enteré que sería padre, me sentí emocionado, cambió totalmente mi viday ahora trabajo por ella. Mi hija es una felicidad enorme.

¿Podrías dar un mensaje a los niños que sueñan con ser futbolistas?

El momento clave para poder ser futbolista es el no desesperarse, el tener mucha perseverancia. Lo que puedo decir es que sigan adelante pase lo que pase.

Marcelo Avendaño