El 27 de julio de 1809, los revolucionarios de La Paz lanzan a los pueblos de América la proclama más enérgica emitida hasta entonces: “Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria: hemos visto con indiferencia por más de tres siglos sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tiranía de un usurpador injusto que degradándonos de la especie humana nos han mirado como a esclavos...
...Ya es tiempo de organizar un sistema nuevo de gobierno... Ya es tiempo de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el menor título y conservadas con la mayor injusticia y tiranía...