Desde la tribuna

GRESCAS

Las hinchadas de Bolívar y Wilstermann protagonizaron algunos hechos bochornosos en el sector de preferencia. Durante el primer tiempo entre los minutos 20 y 30, ambas barras comenzaron a insultarse. Esto fue creciendo hasta que algunos seguidores de ambos bandos intentaron agredirse mutuamente. Estos hechos no llegaron a mayores por la oportuna intervención de la policía boliviana que se encargó de controlar la situación separando una barra de la otra. En el entretiempo y en el segundo periodo del encuentro nuevamente comenzaron los insultos por lo que la institución verde olivo se vio obligada a ubicarse entre ambos bandos para evitar mayores problemas.

MALA EDUCACIÓN

El técnico de Wilstermann, Mauricio Soria, que se encontraba en la tribuna de preferencia porque fue expulsado en el partido de ida en Cochabamba, no controló su temperamento y lanzó insultos a los seguidores de Bolívar. Esto provocó el enojo de los hinchas celestes quienes respondieron de la misma manera, algunos se animaron a lanzar proyectiles que no llegaron a tocar la humanidad del entrenador aviador.

MÁS PROYECTILES

Al finalizar el partido, Soria se dirigió al campo de juego para ordenar la lista de los jugadores que ejecutarían los penales. En ese momento llovieron más proyectiles en un intento claro de agredir al técnico wilstermanista.

PETARDOS

La hinchada de Bolívar no pudo contener su euforia, en el primer tiempo no faltó el desubicado que lanzó petardos contra el arquero de Wilstermann, Hugo Suárez, quien sufrió un susto en el momento en que estos elementos pirotécnicos estallaron cerca suyo. Esta acción se repitió dos veces más, la segunda también fue en el primer tiempo y la tercera en periodo complementario.