Las declaraciones emitidas por el Embajador de Brasil en Bolivia, Marcel Biato, en torno al asilo para el senador Roger Pinto, provocan roces diplomáticos entre los dos países, al ser considerado el discurso del diplomático como un desatino, según expresó la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, en conferencia de prensa.
La funcionaria del Ejecutivo calificó como una “presión al Gobierno boliviano” las declaraciones emitidas por parte del Embajador brasileño, en torno al caso Pinto y la emisión del salvoconducto para el legislador boliviano que hace 52 días permanece en instalaciones de esa repartición diplomática.
Dávila expresó que la forma de proceder del diplomático es “cuestionable”, considerando que el Gobierno boliviano estaría realizando los trámites pertinentes por la vías pertinentes y que las “presiones que ejerce” Biato son “deplorables”.
Sin embargo, las declaraciones emitidas por el representante de Brasil en Bolivia el pasado martes sólo señalan que “es un tema en el cual hay procedimientos formales, instituidos por mecanismos de prácticas históricas de nuestra región, (…) que lo tratamos con mucha prudencia y por supuesto que lo vamos a manejar de la manera más rápida, expedita y eficiente”.
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