La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, a tiempo de anunciar que el Gobierno no concederá salvoconducto para el opositor Roger Pinto, volvió a cuestionar a la Cancillería de Brasil y su titular Marcel Biato, calificándolo como “vocero” del senador de Convergencia Nacional, asilado desde hace 52 días en esa repartición diplomática.
El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) Galo Bonifaz, fue más allá y expuso una supuesta “presión” desde el partido opositor, que cuenta con la segunda representación en la Asamblea Legislativa, ante las autoridades del vecino país.
“Esta es una estrategia política, porque de manera planificada han hecho quedar mal al Gobierno, tanto a nivel nacional como a nivel internacional”, afirmó.
Ante tales pronunciamientos, el gobierno de Brasil, a través del embajador Tovar Nunes, expresó que el diálogo entre ambos países sigue fluyendo y que el caso del legislador no afectará las relaciones entre Brasilia y La Paz.
El diputado Tomás Monasterios (CN), lamentó las declaraciones de la ministra Dávila y el partido gobernante, asegurando que éstas empañarán el trato a futuro entre ambos países.