Para hacer historia

Transcurridas tres rondas del Abierto Británico en Royal Lytham (Inglaterra), el australiano Adam Scott recuperó ayer el liderato de este tercer torneo de Grand Slam del año, para encarar así la recta final con 4 golpes de ventaja y por primera vez en un ‘major’.

A Scott, de 31 años y 68 golpes (-2), le separan 18 hoyos para entrar en la historia del Grand Slam. Nunca ganó un ‘Grande’ ni tampoco lo lideró para la ronda decisiva.

El ‘aussie’ jugó 13 Abiertos Británicos consecutivos sin éxito, desde 2000, aunque en su palmarés figuren torneos internacionales de prestigio que le llevaron al decimotercer puesto del ránking mundial.

Con cuatro golpes como ‘colchón’, Scott es el que cuenta con más probabilidades de salir en la foto alzando la Jarra, pero un domingo de Abierto aparecen nombres como los de Graeme McDowell, Tiger Woods o Brandt Snedeker, las dudas convierten el desenlace en una invención.

Son 17 jugadores los que siguen bajo par, pero el racimo de candidatos a la Jarra de Clarete se cierra prácticamente en Scott (-11), el norirlandés McDowell (-7), el estadounidense Snedeker (-7) y Woods (-6).

Scott, el hombre cuyo ‘swing’ fue comparado con el de Tiger Woods por su asombrosa similitud, podría convertirse en el decimoquinto campeón distinto consecutivo en los torneos de Grand Slam, desde agosto de 2008, y el quinto australiano en penetrar en la historia del Abierto Británico. El último fue Greg Norman, en 1993 (Royal St.George).

Scott y McDowell compartirán el partido estelar, mientras Tiger y Snedeker estarán a rueda. Los 70 golpes (par) de Tiger evitaron el choque entre el australiano y el ex número uno del mundo, y el mano a mano hubiese tenido su morbo por varias razones: el tipo de ‘swing’ de ambos y el asunto del ‘caddie’. EFE