El Valle de La Luna, a escasos 10 kilómetros del centro paceño, se constituye en uno de los atractivos turísticos más importantes de la ciudad. Ubicado en el barrio de Mallasa, este sitio ofrece al visitante un espectáculo hermoso, constituido por formaciones distintas debido a la erosión natural generada por vientos, lluvias y aguas subterráneas que han formado picos, franjas y zócalos que datan de las eras secundaria y terciaria, creando peculiares formas como cráteres, hoyas y sistemas en columnas que asemejan un paisaje lunar. Las montañas paceñas son de arcilla en su mayoría y esta arcilla contiene ciertos minerales cuyos porcentajes varían de una montaña a otra lo cual ofrece variados colores creando ilusiones ópticas muy atractivas. También se encuentran zonas que son casi color rojo además de presentar colores violeta oscuro. Con este paisaje propio de un oleo, es que el Valle de la Luna es un bello lugar que bien vale la pena visitar.