Una herramienta contra con la indefinición

Salvo aquellos iluminados que definieron a temprana edad, la mayoría de las personas comienza por explorar las alternativas vocacionales bien entrada la adolescencia, cuando las puertas de la escuela secundaria se van cerrando para siempre. Por eso, muchos jóvenes se dan cuenta que la elección no fue la acertada cuando ya transitaron los primeros meses en la universidad.

experiencias

Para la psicopedagoga María Inés García Ripa de Rivas, los jóvenes no siempre se toman el tiempo necesario para definir qué es lo que van a estudiar. “Quinto año es una época muy llena de experiencias y de correr contra reloj. Por eso, a veces no reflexionan qué es lo que quieren hacer en su futuro. Muchos llegan con una elección muy apurada y esto hace que ni bien comienzan a cursar el año, se den cuenta que no eligieron correctamente.

De hecho nosotros iniciamos esta actividad por la cantidad de alumnos, que empezaron la carrera y solicitaban una reorientación, porque descubrían que debían tomarse más tiempo para elegir adecuadamente”, explicó la especialista.

Además, García Ripa también reconoció la falta de información con la que muchos jóvenes se encuentran en la vida académica superior. “Ellos eligen basándose mucho en supuestos, en lo que escucharon. A veces eligen sólo por el nombre y no hay una verdadera información”, opinó.

ideas previas

Consideró que “muchas veces la información existe, pero es asimilada de acuerdo a ciertas ideas previas que circulan socialmente o a ciertas fantasías que tiene cada persona y no tanto en base a un conocimiento más a fondo y realista de lo que consiste la carrera, de las posibilidades que abre, de cuáles son sus requisitos y de las cualidades personales que se tienen que poner en juego para seguir esa carrera”.

dificultades

Además, explicó que muchos chicos al no evaluar demasiado todo lo que implica hacer un proyecto y dedicarse a realizarlo, luego se encuentran con una serie de dificultades que no habían previsto, además de los inconvenientes generales económicos y sociales, se decepcionan, fracasan, o abandonan la universidad.

Según encuestas realizadas por distintas universidades bolivianas, el 40 por ciento de los estudiantes cree que eligió mal la carrera. Según el estudio, ingresan sin una previa orientación y confundiendo la vocación con las materias que le gustaron en el nivel secundario.